viernes, 30 de marzo de 2012

LAS HERRAMIENTAS DEL CARPINTERO.

Las herramientas del carpintero tuvieron una conferencia. Ellas disputaban entre sí mismas. El hermano martillo, por supuesto, ocupaba la silla principal. Alguien dijo que él se debería ir de la iglesia pues era muy bullicioso, tenía mucho peso, y tenía una manera pesada de aplastar las ideas de los otros.

Pero él dijo: “bueno, si yo me tengo que ir de la iglesia, del taller del carpintero, la hermana lezna se tendrá que ir también. Ella no vale gran cosa. Es tan insignificante, pequeña, y de un parecer poco importante.”

Pero la hermana lezna dijo: “Si yo me tengo que ir del taller, entonces también se tiene que ir el hermano detornillador. Tienes que darle vuelta una y otra vez para que logre algo; él es muy sinuoso”.

Pero el hermano destornillador dijo: “si yo tengo que dejar el taller del carpintero, entonces pienso que el hermano nivel tendrá que irse también. Todo su trabajo es sobre la superficie. Él es muy blando, no tiene profundidad.”

Pero el hermano nivel dijo: “está bien, estoy dispuesto a dejar mi trabajo sólo si la hermana sierra renuncia también. Yo la encuentro a ella muy cortante, y tiene una tendencia a dividir en vez de unir”.

Y la hermana sierra replicó: “está bien, yo me voy, si la hermana regla se va también. Ella está siempre midiendo a todos con sus cálculos, como que si fuese el estandate perfecto. A nadie le gusta que lo traten de esa manera”.

La hermana regla, por allá atrás, entonces dijo: “bueno, yo también me quiero ir, pero si se va la hermana lija. Ella es más áspera de lo que debería ser. Siempre está rozando a las personas de una manera equivocada. Yo la encuentro muy abrasiva: ella se tiene que ir”.

En medio de la discusión, el carpintero de Nazaret entró en el taller. Él había venido para desempeñar su tarea diaria. Se puso el delantal, y empezó a hacer un púlpito. Y para hacer el púlpito utilizó el martillo, la lezna, el destornillador, el nivel, la sierra, la regla, y la lija también. Cuando al fin terminó el día, y el púlpito estuvo terminado, la hermana sierra se puso en pie y dijo: me doy cuenta de que como trabajadores, estamos juntos en el trabajo del capintero maestro. En sus manos, todos somos útiles”.

Todas las acusaciones contra cada una de las herramientas tenía algo de verdad. Pero el Carpintero usó cada una de ellas. Cada vez que él utilizó una herramienta, fue porque no había otra que tomara su lugar. Cada una de ellas era necesaria.

Amados hermanos, dejemos de buscar las faltas en los otros, y más bien sirvamos en unidad, agradeciendo a Dios los unos para con los otros.”

TODO DEPENDE DE COMO SE DICE.


Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño. "¡Qué desgracia, Mi Señor! Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad", dijo el sabio. "¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! ¡Que le den cien latigazos!", gritó el Sultán enfurecido. Más tarde ordenó que le trajesen a otro sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: "¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes". Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: "¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. El segundo sabio respondió: "Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado."

miércoles, 28 de marzo de 2012

LOS CONSEJOS DEL ABUELO.


. La única persona con la que debes competir o la que debes oponerte para conseguir el éxito es el hombre que te mira cuando estás frente al espejo.
· Al dedicarte al chismorreo, estás indicando que tu vida no es muy interesante.
· No seas perito en todo y realizador en nada.
· Nadie encontró jamás un tesoro enterrado, sin cavar para ello.
· Asegúrate de tener unos seis buenos amigos antes de que llegue tu hora.
· En la vida cuando se invierte bien el dinero se obtiene buenas ganancias. Lo mismo ocurre con las personas. Cuando inviertes correctamente en tì mismo tu valor se incrementa.
· Debes dominar el medio kilo de materia que en realidad importa: el corazón y el cerebro.
· Solamente es pobre aquel que eligió la ignorancia como estilo de vida.
· Cuando la vida te ofrezca tentanciones, confróntalas con tu escala de valores.
· Apaga el televisor durante la cena.
· Tómate quince minutos cada mañana y cada tarde para relajarte. Treinta minutos diarios para ti agregarán años de vida.
· Todas la personas funcionan al máximo de sus posibilidades cuando se sienten que se las necesita y se las valora. Si quieres obtener lo mejor de la gente que te rodea, recuerda esta lección.
· No es necesario proclamar a los cuatro vientos lo que estás haciendo por los demás. Las grandes acciones se reconocen fácilmente y siempre se comentan.
Dos palabras que nunca deberías olvidar: Muchas Gracias.
· Cada persona es verdaderamente diferente, única en su especie, singular.
· La honestidad es tu mejor amiga y la deshonestidad es tu peor enemiga.
· Resulta saludable ser agresivo en la competencia.
· Si nunca te has visto obligado a rebajarte, nunca podrás ayudar a nadie a elevarse.
· Procura que todos los días te abrace una vez alguien muy importante para tì.
· El manejo de las relaciones personales es muy simple: trata a cada persona como a la más importante de tu vida.
· Si tienes muchas formulas para lograr el éxito siempre serás un desdichado. Proyecta tu vida de modo que sea fácil sentirte bien, y muy difícil sentirte mal.
· Todas las sandias parecen buenas por fuera, lo que importa es como son por dentro.
· Nunca faltarán problemas en tu vida. Debes verlos como una oportunidad para aprender y crecer. Considera cada obstáculo como una piedra en la que puedes afilar tu cuchillo.
· Es preferible haber esquiado y caído, que no haber esquiado nunca.
· Cada treinta días escoge un tema para profundizar en èl, y desarrollar hasta un nivel superior.
· Formúlate esta pregunta: Quisiera que mi hijo repitiera mis actos hoy?
· No dejes que se forme un tapón de cera en tu oído: escucha.
· Debes hacer lo que tienes que hacer, en el momento indicado, te guste o no.
· La capacidad de imaginar, para conservar la curiosidad genera una fuente de nuevas ideas sobre las cuales actuar.
· Cuando ves a alguien que se preocupa por los demás, ves a alguien que se preocupa por sì mismo.
· Jamás subestime el poder de la humildad.
· Si posees un don úsalo, si tienes una oportunidad aprovéchala. Si es preciso que asumas un riesgo, asúmelo.
· La preocupación es como una mecedora, se gasta un montón de energía en ella... y no se llega a ninguna parte.
· Al final de la jornada formúlate la siguiente pregunta: estás orgulloso de lo que hiciste durante el día?
· Si buscas tu nombre en el diccionario... como te definirías?.
PAUL D. 
 

Crómwell hace que unos ídolos sean utiles.

Se refiere de Oliverio Crómwell quien se titulaba "Protector de la República de Inglaterra", que una vez entró en la hermosa catedral de Westminster, en Londres, y viendo un grupo de estatuas de plata de los doce apóstoles, preguntó: " ¿Quiénes son éstos?" Y alguien le contestó: "Estos son los doce apóstoles". Entonces el Protector dijo: "Bájenlos de allí para que anden por el mundo haciendo bienes como su Maestro." En seguida las estatuas fueron fundidas para convertirles en monedas.

martes, 20 de marzo de 2012

LA PACIENCIA....



Un hombre de gran reputación, tenía un criado de rostro atroz y carácter imposible.

No podía recibir una orden sin ponerse de inmediato hecho una furia, se sentaba de forma grosera a la mesa, servía mal, empujaba a los invitados y dejaba a su patrón sediento.

Todas las reprimendas lo dejaban indiferente y no hacía más que agravar el desorden y la negligencia de su servicio.

Por la noche la casa retumbaba con el ruido de sus pasos, de la vajilla que rompía.

Incluso colocaba matorrales espinosos en el camino por donde tenía que pasar el patrón. No se podía contar con él para nada.

Unos amigos del patrón le aconsejaron que se deshiciese de aquel fastidioso criado y que cogiese a otro.

 - Pero ¿por qué? - protestó el patrón sonriendo. Le estoy muy agradecido a mi criado porque me ha hecho mejor. Sí, me ha enseñado la paciencia, y cada día que pasa me la sigue enseñando. Y ese don me permite soportar las otras dificultades de la vida.



martes, 6 de marzo de 2012

POR QUÉ LA FUNDACIÓN DE IGLESIAS SE DEBE CLASIFICAR CON R



Las tres palabras más importantes en la fundación de iglesias siempre han sido y siempre serán: relación, relación, y relación.
Por Jonathan Gainsbrugh
¿Por qué el establecimiento de iglesias se debe clasificar con R? Porque Dios es un Dios que se clasifica así: su libro y su evangelio se clacifican con R, y su iglesia debe clasificarse con R.
¿Qué significa clasificar con R? No me refiero a religión, religiosidad, ritualismo, y reglamentos. La clasificación con R se refiere al establecimiento de iglesias fundamentadas en relaciones, fortalecidas por relaciones, dedicadas a relaciones, y que dan prioridad a relaciones.
En agosto de 1969, dos hippies descalzos que hacían dedo a los vehículos que pasaban por las afueras de Sacramento, California, preguntaron a un transeúnte y futuro fundador de iglesias: “¿Conoce algun parque donde podamos dormir?”
Archie Brooks, estudiante de diecinueve años del instituto bíblico (pastor fundador de Transformation Assembly of God, Friday Harbor, Washington), dijo: “Vengan conmigo; yo los ayudaré.”
Archie nos llevó a su casa. Ese verano, él estaba alojado en casa de los padres de un amigo del instituto bíblico. Después de la cena y una enorme frutera de melocotones frescos, los doshippies fuimos al traspatio con nuestras bolsas de dormir. Cuando salimos, la mujer dijo a su esposo: “Cariño, no creo que esos jóvenes estén casados.”
Él respondió: “Relaciones, mi amor. Esta gente ha ido tan lejos, que una noche más no significa mucho.”
Pero en este caso sí tuvo un gran significado, un significado eterno.
Philoxenos es el amor de extraños. Jesucristo llama a su iglesia no sólo al amor fraterno (philadelphos), sino al amorphiloxenos: dar la bienvenida a extraños descalzos y a acogerlos en la familia de Dios.
LA CLASIFICACIÓN R PONE A LA RELACIÓN EN EL ASIENTO DEL PILOTO
La clasificación R no quiere decir que la relación es un pasajero más en el autobús. La relación es realmente el piloto del vehículo.
Jesús fue la persona que más relaciones estableció. Considerando que Dios es amor y Jesucristo es Dios encarnado, quién se atrevería a afirmar lo contrario.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Él dijo: “Venid y ved” (Juan 1:39) y organizó su primer núcleo de seguidores. ¿No hace lo mismo hoy a través de su iglesia y su pueblo, y sobre todo cuando se fundan iglesias?
La respuesta es afirmativa.
TRÁGICOS RESULTADOS — CUANDO R ES RELIGIÓN
Correcto Incorrecto
____ ____ 300.000 iglesias evangélicas de los Estados Unidos no crecieron en los últimos veinte años.
____ ____ En 12.362 iglesias de las Asambleas de Dios en Estados Unidos en 2007, la asistencia del domingo por la mañana sólo aumentó en un total de 7.685 personas
____ ____ Con 444.918 conversiones en 2007, treinta y ocho distritos de las Asambleas de Dios de los Estados Unidos (de 59) informaron un resultado menor al final del año.
____ ____ En 2007 fundamos 309 iglesias de las Asambleas de Dios (cerramos 258) y experimentamos una ganancia neta de 51 iglesias en los Estados Unidos.
Algo muy importante falta en la iglesia norteamericana cuando cincuenta millones de evangélicos no producen crecimiento alguno.
Hemos canjeado nuestra primogenitura por un plato de lentejas. Llamo a esto deficiencia de vitamina R.
En 1914, trescientas catorce personas iniciaron las Asambleas de Dios en Hot Springs, Arkansas, diciendo: “Nos dedicamos a la mayor evangelización que este mundo haya visto jamás.”
Noventa y seis años después, es difícil explicar cómo un promedio de 1,5 iglesias de las Asambleas de Dios en los Estados Unidos han experimentado un crecimiento de sólo uno durante todo un año.
Vince Lombardi, entrenador campeón del equipo de la Liga Nacional de Fútbol, es famoso por haber dicho a su equipo a la zaga: “Señores, esto es un balón de fútbol.”
Se dice que un fornido jugador de línea repondió al dicho de Lombardi: “Entrenador, ¿pudiera decirlo un poco más lento?”
Eso es lo que yo me propongo hacer: explicar con lentitud y cuidado algunos detalles esenciales de la clasificación R.
DESARROLLO DE UNA CARENTE TEOLOGÍA DE RELACIONES: “RELACIONOLOGÍA”
Los institutos bíblicos presentan una colección de énfasis bíblicos: la infalibilidad de la Biblia, la Trinidad, el nacimiento virginal, la divinidad de Cristo, y la Expiación. No obstante, nos falta una teología de la relación. Esto es lo que he llamado una “relacionología” basada en la Biblia.
Pida a los creyentes que citen palabras que describen a Dios. Dicen omnipotente, omnisciente, omnipresente, y santo. Dios es amor, es justo e inmutable. Dios es luz. Él es un Dios celoso. ¿Alguna vez ha oído la R en la lista?
¿Qué revela de nuestra teología tal trivial énfasis en la relación? No estamos enseñando la fe bíblica y eficaz que corresponde a la categoría R.
El Dios de la Biblia es el Dios de la R: relación. Servimos a un Dios que, en su esencia trinitaria, es una comunidad. Servimos a un Dios que es una relación eterna. Él es el Dios que en el principio mismo dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26).
El apóstol Pablo, misionero fundador de iglesias, escribió en Efesios 3:14,15: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia (pas patria; toda la familia, todas las relaciones) en el cielo y en la tierra.” La Biblia, la carta personal de Dios al hombre, no es la única manera en que Él da a conocer su amor. Dios quiere que la iglesia también lo transmita.
La relación es la marca registrada de Dios. Desde el principio la relación latió en el corazón de Dios. Nuestro Señor es un Padre que se da a conocer, un Dios de amor que se complace en la relación, en la comunidad, y en la conexión.
El Dios de la Biblia es el Dios del pacto. Pacto es relación. En el Antiguo Testamento abundan los hombres y las mujeres de categoría R que conocieron a un Dios que anhela ser conocido: Enoc que caminó con con Dios y fue llevado al cielo, Abraham el amigo de Dios, o David un hombre conforme al corazón de Dios.
Hebreos 11, la galería de los héroes de la fe, menciona a muchos hombres y mujeres que por fe taparon la boca de leones, vieron caer los muros de Jericó, y ganaron batallas. La fe de ellos se escribe con una gran R no por conocimiento intelectual, sino por relación. Además, el Dios del Antiguo Testamento promete un futuro nuevo pacto con su pueblo de íntima relación.
En Jeremías 31:31,33,34, el profeta escribe: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová.”
Ezequiel dice: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra” (Ezequiel 36:26,27).
Hemos recibido una distorsión de la fe hebrea original. Después de haber sido una poderosa fe de categoría R, que transforma vidas y relaciones, se ha diluido hasta convertirse en una debilitada creencia helénica, con un trasfondo filosófico neognóstico. Pero debemos escribir fe con R. El Dios de los hebreos lo es también de las personas como individuos: Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob; Dios de _________ (escriba su nombre). Se le ha presentado de una manera errada, como el Dios de una fe cerebral, basada en el conocimiento.
La original fe de relaciones categoría R se ha convertido en una falsificación mental. El resultado: usamos excesivamente las palabras creer y fe en vez de relación. Después nos preguntamos por qué millones dicen: “Ya probé, pero no resultó.”
Una persona puede decir que tiene fe en Abraham Lincoln. Puede creer en él y afirmar que vivió aunque no haya tenido relación alguna con él porque nunca lo conoció. Así también es la fe de muchos en el Señor Jesucristo.
Una persona puede tener fe o creer en una filosofía o una cosa, incluso tener fe en la silla en la que se sienta. Usted pudiera creer en una silla, pero eso no significa que tenga una relación con un objeto. Sólo podemos relacionarnos con las personas.
Al evitar la palabra relación, en su defecto recurrimos a la palabra creer, e incluso traducimos culturalmente creer como “simple conformidad mental”. La desconexión es enorme y letal. El endemoniado gadareno sabía quién era Jesús. Él clamó: “¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?” (Marcos 5:7).
A veces los “llamados a la salvación” se valen de Romanos 10:9 de manera ambigua, y entonces la fe se confunde con una creencia simplemente mental, no de relación. “Si confesares con tu boca… y creyeres en tu corazón.” La palabra creer(pisteo) fácilmente se confunde con una simple creencia mental. Leemos en Santiago 2:19: “También los demonios creen, y tiemblan.” La mala interpretación puede inducirnos a pensar que Satanás mismo es un creyente. En su corazón el diablo sabe lo que confiesa con la boca: que Jesús es el Señor; pero Jesucristo no es su Señor personal. El asunto clave no es creencia o fe, sino relación.
El programa de Dios es la relación, pero la mayoría de los programas de la iglesia son programas. El programa de Dios es la salvación en Cristo, y la salvación en Cristo es una relación.
Dios no es un programa. Jesús no es un torneo bíblico. Jesucristo no es un libro, ni simples palabras en una página. Él no es una religión, ni cristiandad, ni tampoco cristianismo. Jesucristo es una persona, y la única manera de conocer de veras a una persona es mediante una relación.
LA RELIGIÓN ES TEFLÓN®; LA RELACIÓN ES VELCRO®
El conocimiento, los programas, y la religión en el mejor de los casos son suaves, como el Teflón. Las relaciones, como el Velcro, tienen ganchos y lazos que crean conexiones. Como el Velcro, las relaciones no se deshacen fácilmente.
Para cualquier iglesia, pero específicamente la nueva iglesia que se establece, el Teflón es el beso de la muerte porque no ofrece adherencia. Cada nueva iglesia debe clasificarse como triple R.
Jesucristo, el Señor de la Iglesia (y de cada iglesia que se establece y de cada fundador de iglesias), es el Redentor prometido en Génesis 3:15, donde Dios anuncia a Satanás: “[Él] te herirá en la cabeza.” Él, una persona, no un programa; una relación, no una religión.
Nuestra teología del establecimiento de iglesias, de la Gran Comisión, y de Dios mismo debe salir del “qué” y regresar al “quién”.
Cuando Dios preguntó: “Adán, ¿dónde estás tú?” (Génesis 3:9), esa fue una pregunta de relación. Las palabras de Dios al hombre que había caído en pecado fueron un llamado de retorno a la relación. Antes de la caída de Adán en el pecado, había júbilo en la relación. Después de la Caída, Adán y Eva necesitaron recuperar el júbilo, y restablecer la relación que habían perdido.
Muchos confunden relación con programas. ¿Quién ordena como plato principal una porción de perejil? El perejil es un condimento u adorno. Sin embargo, nuestra cultura (y lamentablemente nuestra teología también) trata la información y los programas como la porción de carne asada, y la relación como el adorno. Para Dios es todo lo contrario. La relación no es el acompañamiento, sino el plato principal.
Debemos restablecer los paradigmas de nuestro programa en su totalidad conforme al programa de Dios. Ese programa es la relación; lamentablemente, para casi todas las iglesias, los programas son programas. Si no restablecemos los paradigmas, difícilmente creeremos que esa relación es realmente el plato pricipal. La relación no es el vegetal; es más bien el plato principal y Jesús mismo es el alimento sólido.
Hasta que aprendamos a valorar la relación como el centro del plan de Dios, nunca ordenaremos la porción de categoría R —la relación— que Dios desea que disfrutemos y en la cual debemos operar.
LAS RELACIONES Y EL ESTABLECIMIENTO DE IGLESIAS
Jesucristo es el Señor de su Iglesia. Él es el Fundador de la Iglesia. Él vio la Iglesia antes de que ésta fuera, la amó, la compró, y la lavó con su propia sangre. Tan sólo Jesús define su iglesia, sus iglesias, y los métodos que se usarán para su establecimiento y su crecimiento.
Marcos describe cómo Jesús fundó su primera iglesia: “Y estableció a doce, para que estuviesen con él” (Marcos 3:14). Él usó un estilo de discipulado cuyo fundamento es la relación. De modo que, cuando no estuvo más con ellos, los discípulos aun reconocían la presencia de Cristo en su corazón, en sus palabras, y en sus obras.
Jesús vivió con sus doce discípulos porque sabía que la experiencia dejaría una huella indelebre en ellos. Él planeó el nacimiento y afianzamiento de su primera iglesia mediante los primeros Doce.
“Venid y ved”, dijo Jesús cuando reunió a su primer grupo, según se registran sus primeras palabras en el Evangelio según Juan. Ellos fueron y vieron: “Y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima” (Juan 1:39).
Jesús organizó un pequeño grupo de Doce —el grupo principal—, porque sabía que la relación (y el cambio de vida) sucede en la relación personal. Escogió vivir íntimamente con sus doce discípulos. Su plan de estudio era Jesucristo mismo, no una serie de creencias; Él se reveló a sus discípulos.
Esta revelación se aprecia más tarde en Hechos 4:13: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo… les reconocían que habían estado con Jesús”. Marcos 3:14 produjo Hechos 4:13.
EL COMPROMISO NO PRODUCE LA RELACIÓN; LA RELACIÓN PRODUCE EL COMPROMISO
La fórmula lineal del mundo de los negocios que muestra que el compromiso produce relación ha hecho que los pastores pidan más compromiso, sin embargo generalmente no cuentan con él, principalmente de los voluntarios.
Los hermanos de las iglesias, por su parte, piden a sus líderes más relación. El compromiso no produce relación: la R produce C.
Si la iglesia es un edificio, entonces ¿quién necesita relación? Pero si la iglesia es una familia, entonces la relación es lo fundamental.
La iglesia evangélica norteamericana, según Barna, ya no es el veinte por ciento de la población de los Estados Unidos; hoy está más cerca del dos por ciento de Europa.
Jesucristo nunca tuvo en mente que se identificara a la iglesia con un edificio. La iglesia como edificio equivale a una persona como un trozo de madera. Hemos aceptado la definición cultural de iglesia como edificio y no como familia. Necesitamos la definición fundamental del entrenador Lombardi: “Señores, la iglesia es relación.”
¿Cuál es el llamado de la iglesia, en particular una nueva iglesia? ¿Qué debe proveer? Relaciones: lo que la gente anhela para el hogar, la familia, el matrimonio, y también en el trabajo. Al satisfacer esta necesidad, se establecerán nuevas iglesias que crecerán y darán fruto, como sucede en una familia saludable y donde hay amor. La sociedad necesita con urgencia una dosis de vitamina R.
La iglesia del mundo occidental ha visto la disminución del factor R a índices negativos. En la era agrícola, personas de toda edad vivían juntas en pequeñas comunidades y el factor R era muy elevado. En la era industrial, algunos se trasladaron a la ciudad y el factor R disminuyó. En la era de la información, una mayor movilidad nacional hizo caer drásticamente el factor R a un disfuncional índice negativo. Las iglesias, sobre todo las recién establecidas, deben ser una entidad y familia fortalecida por el factor R.
El sabio fundador de iglesia (y pastores) no debe ser presidente, sino relacionador público. Los fundadores de iglesias y los pastores de trayectoria deben preguntarse con sinceridad: “¿Podemos decir que nuestra iglesia es de categoría R?” La gente que invitamos a la iglesia debe sentir que la acoje una familia, no un edificio, tampoco un programa, ni una actividad. La relación debe ser la actividad.
General Motors perdió su categoría R en el trato con sus clientes. Por no haber escuchado al público y por haberse desconectado de él, años atrás GM informó una pérdida de ocho mil millones de dólares. La compañía se concentró en la fabricación automóviles grandes, en vez atender las demandas del público: calidad y menor tamaño. El resultado fue que los clientes recurrieron a los fabricantes japoneses.
Pregúntese: ¿Por qué fui salvo? La respuesta coincide con la razón de que las iglesias que establecemos deben ser de categoría R.
En bienes raíces, las tres palabras más importantes son: lugar, lugar, y lugar. En la fundación de iglesias (y en toda la obra del Reino), las tres palabras más importantes siempre han sido y siempre serán: relación, relación, y relación.
Jesús edificó y fundó su primera iglesia sobre una relación; este es el plan de Dios y también debe ser el nuestro. Él no lo cambiará por causa nuestra. Jesucristo es el supremo sumo sacerdote de relaciones y establecimiento de iglesias.
Gainsbrugh, JonathanJONATHAN GAINSBRUGH, Cameron Park, California, es ministro ordenado y misionero instructor a tiempo completo, maestro, evangelista, consultor, y especialista de recursos.

sábado, 3 de marzo de 2012

FUNDACIÓN DE IGLESIAS POR LA GENERACIÓN DE EDAD MADURA



En vez de que aquellos que se van acercando a la jubilación dirijan sus ministerios holgadamente, deben aprovechar la oportunidad de fundar iglesias, de modo que terminen su carrera a la ofensiva antes que a la defensiva.
Por Earl Creps
“¿Por qué vas a renunciar a tu soñado trabajo?” fue la pregunta que hizo el psicólogo en nuestra entrevista con Misiones E.U.A. Yo había pasado más de seis años como director de estudios doctorales en el Seminario Teológico de las Asambleas de Dios. Él deseaba saber por qué yo consideraba renunciar a un puesto semejante por una nueva aventura: fundar una iglesia.
Aun cuando a diario hay gente que decide fundar nuevas iglesias, no es muy frecuente que lo hagan quienes han pasado de los cincuenta años y después de trabajar en la educación superior, una función que se considera como reservada para personas de edad más avanzada. Hasta el anuncio para la fundación de iglesias emitido por las Asambleas de Dios muestra a una atractiva pareja de unos veinticinco años, vestida en el estilo informal de los jóvenes adultos de la actualidad. Habiendo pastoreado ya tres iglesias, ¿no debería haber permanecido en el Seminario Teológico hasta jubilarme de mi soñado lugar de trabajo?
Hubiera respondido afirmativamente a no ser porque sentía el llamado de Dios para fundar una iglesia universitaria en Berkeley, California, una ciudad de cien mil habitantes, diez millas al norte de San Francisco. Esta localidad, donde está ubicada la Universidad de California en Berkeley, sería nuestro nuevo hogar y el sitio de una nueva iglesia para alcanzar a los californianos. Conforme iba creciendo en nosotros la visión por Berkeley, descubrimos algo: el llamamiento no está determinado por la edad. Aun cuando lo acostumbrado es que sean los jóvenes que fundan iglesias, Pedro cita al profeta Joel: “Vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños” (Hch 2:17).
Si la iglesia ha de alcanzar su potencial, necesita a toda su gente. El mundo sabe esto. El director ejecutivo de la General Motors, por ejemplo, tiene mi edad (55). ¿Pensamos acaso que una persona de cincuenta años es capaz de dirigir un gran conglomerado internacional, pero no creemos que alguien de esa misma edad tenga la capacidad de comenzar una nueva congregación? Tal vez hemos usado a los más jóvenes porque son los que manifiestan más disposición. Después de todo, ¿por qué una persona que tenga algo que perder se arriesgaría en una empresa tan incierta como la fundación de una iglesia? La experiencia indica que las personas mayores tienen potencial sin explotar en lo relacionado a comenzar obras, lo mismo que en una variedad de ministerios. El solo hecho de que uno tenga en su billetera una tarjeta de la AARP [Asociación Americana de Personas Jubiladas] no significa que carece de fuego en su corazón.
Este artículo explora el potencial como fundadores de iglesias de las personas que han pasado la mediana edad. Mientras hacía investigación sobre este asunto, me contacté con Ed Stetzer, un estratega misionero de la Convención Bautista del Sur, y le pregunté si alguien había celebrado un estudio sobre “fundadores” de edad algo avanzada. Su respuesta fue: “No sé de alguien que haya hecho una investigación como esa. Honestamente, creo que es algo para hombres jóvenes.”1 Su conclusión es irónica en una nación donde hay más gente mayor de sesenta y cinco años que gente menor de los dieciocho. El propósito de este artículo no es únicamente hacer un repaso de lo que se sabe acerca de los fundadores de iglesias que ya han pasado la edad mediana, sino también estimular a la generación de personas mayores de cincuenta años para que estén abiertas a esta opción.

Modelos de fundadores de iglesia que han pasado la mediana edad

El empresario: una persona mayor dirige la fundación de una iglesia como lo haría una persona más joven. Estos ejemplos existen, pero su número es reducido.
La familia: una persona joven funda una iglesia, pero sus padres se unen al esfuerzo, y con frecuencia se mudan a la nueva ciudad. He visto este modelo en varios lugares
El instructor: una persona mayor que ha fundado iglesias en sus años de juventud y que ahora trabaja en funciones de reclutamiento y de consejería, con frecuencia para un distrito u otra organización.
La generación de los mayores ha dado hermoso ejemplo con voluntarios como Richard y John, hermanos en Cristo de edad avanzada que construyeron los muebles de roble en mi oficina del Seminario Teológico de las Asambleas de Dios. En vez de que aquellos que se van acercando a la jubilación dirijan sus ministerios holgadamente, deben aprovechar la oportunidad de fundar iglesias, de modo que terminen su carrera a la ofensiva antes que a la defensiva.
Dan Estes, que dejó una iglesia establecida cuando estaba a mediados de los cincuenta, resumió algo de su motivación al declarar: “Yo tenía la sensación de haber llegado a ser el cuidador de un acuario antes que un pescador de hombres… No pienso en jubilarme y no tengo intención de ir a otra parte.”2 El primer paso en abrirse a esta posibilidad es oír de alguien que ya haya emprendido el camino.

LA EXPERIENCIA DE “FUNDADORES” DE EDAD MADURA

Cuando Janet, mi esposa, y yo decidimos abrir una nueva obra, tuvimos una curiosidad natural respecto de personas mayores que pudieran haber hecho lo mismo. Habíamos oído de unos pocos, pero no habíamos conocido a ninguno. De modo que puse en Facebook mi interés en conocer fundadores de iglesias de edad superior a la mediana. Recibí de inmediato varias respuestas. Me impresionó el hecho de que líderes de edad algo avanzada estuvieran usandoFacebook, pues por lo general está considerado como territorio de los adolescentes y de los que tienen poco más de veinte.
Prosiguiendo con estos contactos, hice tres preguntas a varios “fundadores” de más de cincuenta años de edad:
  1. ¿Cómo llegó a ser fundador de una iglesia?
  2. ¿En qué maneras su edad fue una ventaja?
  3. ¿En qué maneras su edad fue una desventaja?
Todas las personas a quienes envié las preguntas me respondieron y proveyeron respuestas bien pensadas.
Virgil, que había sido anteriormente pastor asociado en una iglesia en el Pacífico Noroeste, ofreció una respuesta típica cuando escribió: “Lo que me condujo a fundar una iglesia fue, por supuesto, una dirección bien definida de Jesucristo.” Confesó: “Nunca había pensado en ser fundador de iglesias; nunca me preparé para llegar a serlo.” No obstante, la nueva iglesia de Virgil ha experimentado un continuo crecimiento, llegando a tener una asistencia el domingo por la mañana de alrededor de ciento cincuenta personas. En manera no distinta de otros “fundadores” de su generación, a Virgil le sorprendió que le llegara el llamamiento para iniciar este ministerio.
Pedro tomó una clase en el seminario sobre fundación de iglesias y obtuvo mucho más que una educación. “Dios quebrantó mi corazón por los perdidos”, declara él. “Descubrí que era una de las mejores maneras de alcanzar a los perdidos, y que mi talento, experiencia, y pasión apuntaba en dirección de fundar iglesias.”
Respecto a ventajas de edad, Pedro declara: “Mi vida y experiencia de trabajo como director ejecutivo han sido tremendos puntos a favor, puesto que tengo las conexiones que he desarrollado durante años.” Él señala al hecho –aun cuando la edad puede ofrecer algunos problemas físicos– de que una persona mayor puede también tener características únicas, tales como experiencia profesional y una educación avanzada. Si la fundación de iglesias fuera únicamente un asunto de esfuerzo bruto, entonces sólo los jóvenes serían elegibles. Pero los que han iniciado nuevas congregaciones serían los primeros en decir que la experiencia y la sabiduría son tan importantes como el trabajo duro. La edad no necesariamente provee estos recursos, pero concede opciones que rara vez están a disposición en la juventud. Efectivamente, Larry, que ha fundado iglesias tanto en los Estados Unidos como en Europa, señala: “La edad es una gran ventaja, gracias a la experiencia en el pastorado, y el hecho de que nuestros hijos ya han crecido facilita el aspecto económico.”
Cuando pregunté a los fundadores de iglesias de edad avanzada cuáles eran las desventajas de la edad, Larry contestó: “La única desventaja es que hubiera deseado haber comenzado años antes, y estoy seguro de que algún día desearé haber tenido más tiempo de servicio.” Sin embargo, admitió que en algunos días él tenía “un poco menos de energía, y a veces bastante menos. No creo que la edad sea una desventaja, a menos que uno se sienta viejo en espíritu. Nos mantenemos ocupados en la educación, en lectura, en música, etc.” Larry y su esposa Mary son ejemplo vivo de las ventajas que los pastores de edad avanzada pueden significar para la fundación de iglesias.

LA VENTAJA DEL FUNDADOR DE IGLESIAS DE EDAD MADURA

La apertura al llamado de fundar iglesias comienza, no con la lectura de libros acerca de ello, sino con la aceptación de la edad como un don de Dios. El erudito R.C. Sproul reflexionó sobre este principio en su ministerio: “La última vez que pasé de una década a otra en mi proceso de envejecimiento, Dios fue lo suficientemente bueno como para concederme esta pequeña porción de sabiduría: la Biblia honra la edad, no la juventud. Llegué a entender que la desaparición de mi juventud era algo que Dios consideraba una buena cosa; y si yo era sabio, estaría de acuerdo con ello.”
Si aceptamos la edad como un don y no como una maldición, se abre todo un nuevo mundo de posibilidades. En lugar de pensar de nuestra edad como descalificadora, podemos considerar las maneras tan únicas en que ella nos prepara para el ministerio. Quizá no hagamos el ministerio como lo haría una persona joven, sin embargo nuestra contribución puede ser muy valiosa.
Considere por un momento algunas de las ventajas y el potencial que tiene la gente mayor en la experiencia de fundación de iglesias:
  • Los “fundadores” de mayor edad pueden avanzar más rápidamente en las redes sociales y ganar mayores contactos con personas de influencia en la comunidad, porque por lo general tienen más educación y experiencia. Janet y yo, por ejemplo, hemos obtenido doctorados que nos ayudarán a relacionarnos con la comunidad de California. Una persona más joven puede tener un título importante, pero la probabilidad es mucho menor.3
  • Los “fundadores” de mayor edad tendrán que estar buscando a su sucesor desde el comienzo. Debido a que el tiempo que nos resta en el ministerio es mucho menor, casi desde el primer día debemos procurar el desarrollo de líderes jóvenes para que nos sucedan.
  • Los “fundadores” de mayor edad tienen bastante experiencia del pasado como para entender su futuro. Hemos vivido lo suficiente como para tener una perspectiva de cómo se enlazan los elementos de nuestro pasado. Por ejemplo, nuestro trasfondo educacional que en algún tiempo nos dificultó la colocación en el ministerio, actualmente resulta ser la calificación ideal para fundar una iglesia en una ciudad universitaria.
  • Los “fundadores” de mayor edad se benefician de la energía de un nuevo desafío. La empresa de comenzar una nueva obra ha sido una renovación personal para nosotros, como si volviéramos a los días de nuestra juventud. También nos da un nuevo grupo de colegas: los otros fundadores de iglesias.
  • Los “fundadores” de mayor edad pueden tener el privilegio de sacrificar más. Para mudarnos a Berkeley hemos abandonado nuestras carreras profesionales, nuestros ingresos, y la única casa que jamás hemos construido. Estos sacrificios no son heroicos, son un honor.
  • Los “fundadores” de mayor edad tal vez tengan que aprender de nuevo a vivir por fe. Cuando tomamos nuestra decisión, Janet dijo: “Ahora tenemos que ser cristianos.” Lo que ella quiso decir es que andábamos por fe como no lo habíamos hecho desde nuestra juventud. Hemos vuelto a descubrir nuestra relación con Dios en la ausencia de estructuras institucionales.
  • Los “fundadores” de mayor edad pueden proyectar un ejemplo de mayor influencia. Nadie espera que alguien que tenga algo que perder intente fundar iglesias. De modo que los que lo hacen tendrán mayor influencia por medio del poder de su ejemplo.
  • Los “fundadores” de mayor edad tienen la oportunidad de redimir errores pasados. Si las cosas no han ido bien durante algunas etapas del ministerio (lo que es cierto de cada uno de nosotros), la fundación de una iglesia puede proveer una manera de terminar exitosamente la carrera.
  • Los “fundadores” de mayor edad tienen menos problemas de identidad o de desempeño. Como ya somos mayores, hemos tenido décadas para tratar asuntos relacionados con nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo. Espero que esto signifique que podamos dedicarnos de lleno al ministerio, y no hacerlo como un medio de tratar con nuestros problemas personales.
  • Los “fundadores” de mayor edad en vez de aconsejar pueden recibir consejo. Puesto que la mayoría de los que abren nuevas obras son jóvenes, los de mayor edad podemos aprovechar de la sabiduría y las experiencias de ellos para mejorar nuestro desempeño al establecer una nueva iglesia. Janet y yo hemos aprendido muchísimo de los jóvenes “fundadores” y seguimos entrevistándolos en cada oportunidad.
  • Los “fundadores” de mayor edad tienen menos probabilidad de causar daño colateral. Por lo general nuestros hijos ya han dejado el hogar y la aventura de abrir una nueva obra no pone en juego la vida de nuestros niños ni pone en riesgo el futuro de nuestra carrera (mayormente la carrera casi ha acabado).
  • Los “fundadores” de mayor edad han sobrevivido a más frustraciones. Janet y yo hemos descubierto que la habilidad sobreponernos a contratiempos es una característica clave del ministerio de comenzar una nueva obra. Después de años de trabajar en fundación de iglesias, Todd Hunter describe el cambio en su actitud: “La realidad atacaba mi ingenuidad.”,4 Los problemas que se presentan pueden abrumar tanto al líder como al ministerio. Hay que mirarlos en la cara y seguir adelante. Los líderes mayores han experimentado sus buenas porciones de desengaños y han aprendido mucho en el campo de la solución de problemas.
  • Los “fundadores” de mayor edad tienen experiencias de ministerio. He pastoreado tres iglesias, además de haber sido pastor asistente, consultor, y también escritor. Nada de esto lo prepara a uno para fundar una iglesia (si alguna vez alguien puede estar preparado); pero por haber pasado años en el liderazgo ministerial he desarrollado algunas habilidades y he aprendido a resolver conflictos. Tal vez parte de la tensión en la fundación de iglesias sea porque el “fundador” promedio nunca ha sido pastor titular. Efectivamente, Bob Franquiz, pastor de la Calvary Fellowship, recomienda a los jóvenes fundadores de iglesias: “Se sorprenderán de lo mucho que pueden aprender si dejan de hablar de su gran visión y escuchan a los fundadores de iglesias de mayor edad que han adquirido sabiduría a través de los años.”5
Nuestro traslado a Berkeley está basado en la suposición de que podemos sacar provecho de las ventajas de la generación que está a un paso de la jubilación. Sin embargo, la manera más obvia en la que los líderes de mayor edad pueden beneficiarse del proceso de establecer una iglesia es que habemos muchos de esa edad. Por el hecho de que la generación que nos sigue es una de las más pequeñas en historia reciente, los de edad mayor serán necesarios hasta que lleguen a la escena ochenta millones de obreros del siglo veintiuno. Nadie más está acudiendo.

NUEVA VENTANA DE OPORTUNIDAD

Mientras podamos mantener nuestro colesterol dentro de un nivel razonable, no hay razón para que la gente de edad mayor sea descalificada, o que estos se descalifiquen como líderes potenciales de fundación de iglesias. Esta apertura requerirá salir de la predecible senda de carrera ministerial, la que cuando avanzamos en edad tiende a gravitar hacia la búsqueda de seguridad, relegando la toma de riesgo a los jóvenes. Aunque los jóvenes pueden aceptar más riesgos, muchos que han pasado la edad mediana están descubriendo que una segunda ventana de aventuras espirituales se abre después de los cincuenta. Con los hijos ya casados, podemos hacer cosas que no eran posibles durante los años de la edad mediana, debido al compromiso de la crianza de los hijos, el pago de hipoteca, etc.
Lo que mi generación necesita es justamente aprovechar la ventaja de esta segunda ventana de oportunidad. Bobby Welch, presidente de la Convención Bautista del Sur, enmarca el asunto de esta manera: “Hay dos caminos para el mismo sueño… Un camino es transitado por la gente de mayor edad que ha llegado cerca del fin de su ministerio y que nunca llegó a donde su visión quería llevarlos. Se sienten frustrados y les parece que han fracasado. Están anhelosos de una oportunidad más para dar lo mejor que tienen en lo que queda de su vida. El otro camino es transitado por gente joven que busca algo a lo cual dedicarse por el resto de su vida. He aquí lo que yo digo: Hermanos mayores, no dejen su puesto; no nos abandonen, no ahora. Hermanos jóvenes, no den media vuelta ni escapen de nosotros, no ahora… debemos tener unidad de propósito para alcanzar a un mundo perdido.”6
Cada persona en cada generación tiene algo que contribuir a la misión de la iglesia. A nadie le hace bien limitar con barreras artificiales el potencial de cualquier grupo, para impedir así esa contribución. Pensar que los jóvenes son incapaces de dirigir es tan erróneo como definir a los de mayor edad como demasiado viejos para fundar una iglesia. Estos límites son culturales, no bíblicos. Las Escrituras nos llaman a movilizar a todo el pueblo para que esté abierto al llamado de Dios en cualquier forma que se presente, aunque no se ajuste a nuestros estereotipos culturales. Necesitamos a toda clase de fundadores de iglesias, llamados y calificados, que estén disponibles. Es probable que sean mayormente jóvenes, pero algunos de ellos tendrán que ser de mayor edad si hemos de formar las nuevas congregaciones que se necesitan para alcanzar a nuestras comunidades. El psicólogo que nos entrevistó estuvo de acuerdo con nosotros. Él también dejó su puesto académico, para trabajar en la fundación de una iglesia.
Earl Creps
Earl G. Creps, es líder de equipo en el proyecto de fundación de una iglesia en Berkeley y autor de Reverse Mentoring: How Young Leaders Can Transform the Church and Why We Should Let Them, publicado por Jossey-Bass/Leadership Network en 2008.

viernes, 2 de marzo de 2012

PUNTUALIDAD..


Dicen que la puntualidad es una virtud de pobres por que queda muy bien (luce, brilla) y no cuesta nada. A la vez un impuntual es impresentable y queda mal en todos sitios. Comenzar con una excusa es camino al fracaso.
La puntualidad es pensar en los demás, que me esperan, que son importantes y tienen otras cosas que hacer. La puntualidad es orden, dar valor al tiempo (y medir mis tareas y el esfuerzo que pongo en ellas para que no me falte diligencia ni haya distracciones). La puntualidad es conocimiento propio: administrar mis fuerzas, no admitir más tareas de las que pueda sacar adelante; aprender a mirar el reloj y a decir BASTA a la hora.
El ejemplo arrastra. El ejemplo de los que están arriba acaba siendo estímulo para todas las capas sociales. Una sociedad bien estimulada trabaja más y mejor. Son muchas las horas de trabajo que se ahorran si los líderes se afanan en ser puntuales.
He aquí una anécdota de la vida real.
El sábado 24 de junio de 1950 comienzó a jugarse la Cuarta Copa Mundial de Fútbol. Para dicha ocasión, como no podían ser menos, en la ciudad de Río de Janeiro se construyó simplemente el estadio más grande del mundo. Se le conocería con el nombre del río que transcurre justo enfrente: el Maracaná.
Los accesos del estadio no se habían terminado, pero igualmente, y bajo una pertinaz lluvia, el equipo local y México dieron inicio al torneo. El partido comenzó puntualmente aunque todavía el Presidente de la Nación no había llegado con su familia. El árbitro inglés George Reader acostumbraba en su país a comenzar siempre los encuentros con puntualidad. Luego explicó que la prensa extranjera y los reporteros de radio estaban sujetos a un horario y que debían pasar sus informes a periódicos y emisoras en un momento fijado.
Dos semanas después, cuando se disputó el encuentro decisivo frente a Uruguay, el Presidente, su familia y un montón de otros funcionarios estuvieron sentados en sus lugares veinte minutos antes del horario anunciado para el comienzo del partido.