Por Ed Stetzer
Me conmueven los primeros minutos de la películaRescatando al soldado Ryan. Los norteamericanos han desembarcado en la playa. El capitán Miller (Tom Hanks) ve una oportunidad de que los hombres encuentren protección en el otro lado. Él dice: “Esa es la ruta.” De inmediato envía seis hombres a través de la trinchera y mueren bajo el fuego enemigo.
El sargento, que tiene más experiencia, advierte a Miller con una mirada severa: “Eso es un tiro al blanco.”
Miller/Hanks responde: “Esa es la ruta.” Da la orden a otro grupo de seis: “Vayan.” Ellos obedecen, y también encuentran la muerte.
Miller se vuelve a los próximos seis y les dice: “Esta es la única salida… Ustedes son los próximos.” El tercer grupo de seis también pierde soldados, pero finalmente atravesaron las líneas alemanas. Es difícil de ver. Muchas personas cierran los ojos porque no soportan las duras realidades del combate.
Así era la fundación de iglesias cuando comencé en la labor a fines de los ochenta. Los fundadores y sus equipos, sin estar preparados para los retos, se apresuraron a los campos de cosecha y éstos pronto se convirtieron en campos de muerte. Estaban emocionados por la tarea, pero no estaban listos para afrontar las realidades.
Cuando llegué a Buffalo, Nueva York, para fundar mi primera iglesia, fuimos ocho los que comenzamos con gran entusiasmo. Ahora, veinte años después, sólo permanece una de nuestras iglesias. Cuatro pastores ya no están en el ministerio; tres renunciaron a su matrimonio y también a la fe.
Supervivencia y salud de la fundación de iglesias
Muchos han repetido la mítica idea de que la mayoría de las nuevas iglesias fracasan en los primeros dos años. En realidad, es todo lo contrario. En un proyecto de estudio realizado por la Leadership Network, la Junta de Misiones de Norteamérica (JMN) revisó muchísimos estudios acerca de la salud, la supervivencia, y los procesos de la fundación de iglesias para descubrir lo que fortalece y hace más eficiente este proceso. En este estudio se consideraron la fundación de iglesias y las redes de trabajo de doce denominaciones.Leadership Network participó en ese estudio de más de mil iglesias. La JMN descubrió que sesenta y ocho por ciento de las iglesias que se han fundado todavía existen cuatro años después de su inauguración. El gráfico a continuación muestra la supervivencia por año.
Descubrimiento: 68% de las nuevas iglesias siguen adelante después de cuatro años
Factores que influyen en la supervivencia
Un antiguo principio afirma que las iglesias deben ser autosuficientes para tener una supervivencia a largo plazo. Aunque treinta por ciento de las iglesias que se estudiaron alcanzaron la autosuficiencia en el primer año, treinta por ciento no tenían sostenimiento propio en el quinto año.
En el estudio de la Junta de Misiones de Norteamérica, se probaron más de cien factores de importancia estadística con relación a la supervivencia. Sólo algunos factores indicaron una relación estadísticamente significativa de supervivencia. Es interesante notar que la posibilidad de supervivencia aumenta más de cuatrocientos por ciento cuando el fundador de iglesias tiene una comprensión “realista” y una expectativa de la experiencia de fundar iglesias. Por otra parte, el evangelismo de casa en casa disminuye las probabilidades de supervivencia en un cincuenta y nueve por ciento.
Las probabilidades de supervivencia de una nueva iglesia aumentan en un doscientos cincuenta por ciento cuando se ofrece adiestramiento y preparación de líderes. Además, la supervivencia aumenta ciento setenta y ocho por ciento cuando hay un proactivo plan de desarrollo de mayordomía en la fundación de la iglesia.
El pastor fundador
En las últimas dos décadas casi todos los líderes de fundaciones de iglesias han llegado a creer que el factor más importante para el éxito es el fundador o los fundadores de iglesias. La investigación deLeadership Network y otros confirman tal creencia. La supervivencia es significativamente más alta cuando el fundador de iglesias se compromete en los sistemas de apoyo que ofrecen las denominaciones, las redes de trabajo, y las iglesias fundadoras. Antes de los años noventa la mayoría de los grupos fundadores de iglesias tenían poco interés en las habilidades de los fundadores de iglesias, en su adiestramiento, o en su conexión con redes de apoyo. Ningún libro acerca del establecimiento de iglesias que se escribió antes de 1990 refería tales asuntos. Pero hoy el tema de los sistemas es un asunto fundamental para las organizaciones que fundan iglesias. Cada grupo encuestado afirma que un sistema de apoyo bien diseñado para los fundadores aumenta la probabilidad de supervivencia de la iglesia. Algunos grupos informan que su índice de supervivencia se ha duplicado desde que introdujeron importantes sistemas como la evaluación, el adiestramiento, y la consultoría.
El estudio de la JMN también enfoca el valor de los grupos de compañerismo. La probabilidad de supervivencia aumenta ciento treinta y cinco por ciento cuando el fundador de una iglesia se reúne con un grupo de compañeros que realizan la misma labor.
ED STETZER, Alpharetta, Georgia, es misiólogo y director del Centro de Investigaciones Misioneras en la Junta de Misiones de Norteamérica, de la Convención Bautista del Sur. De “Improving the Health and Survivability of New Churches”, [Cómo mejorar la salud y la supervivencia de las nuevas iglesias]”, Leadership Network. Copiado con permiso.
Mi interés en desarrollar formas de cambiar algunas de estas brutales realidades comenzó en una conversación en San Louis, Missouri. Mi denominación quería detener la carnicería, de modo que reunieron al grupo de líderes de fundadores de iglesias y preguntaron: ¿qué sistemas podemos poner en marcha para detener esta tendencia? Yo había decidido que quería ser parte de la solución. Más tarde escribí mi tesis para el doctorado enfocada en cómo los sistemas de apoyo a los fundadores de iglesias influyen en el establecimiento de las iglesias.
En los últimos veinte años se han producido cambios radicales en los métodos para establecer iglesias. El índice de éxito ha aumentado. Un estudio del 2007 de la Junta de Misiones de Norteamérica acerca de los índices de supervivencia de las iglesias multidenominacionales que se han establecido muestra que 99% de las iglesias que hoy se establecen sobreviven su primer año, 92% sobrevive su segundo año, 81% sobrevive su tercer año, y 78% sobrevive su cuarto. 1 Estas son estadísticas alentadoras, sobre todo a la luz de los desalentadores informes de que “ochenta por ciento de las iglesias que se establecen fracasan en su primer año”.2
Hay muchas cosas que han mejorado y en gran medida se debe a la aparición y el desarrollo de los sistemas para establecer iglesias. Este artículo examinará estos sistemas, sus componentes, y su efecto en la fundación de iglesias. Enfocaré el tema desde tres perspectivas: quién los usa, cuán eficaces son, y qué hemos aprendido de ellos.
SISTEMAS PARA FUNDAR IGLESIAS
Los sistemas para fundar iglesias típicamente consisten en evaluación, adiestramiento práctico (por lo general en un campamento u otro adiestramiento intensivo), tutoría/adiestramiento/supervisión, y redes de fundadores de iglesias. Estos trabajan unidos para dar dirección, estímulo, y responsabilidad mutua a los fundadores de iglesias. Este apoyo aumenta la probabilidad de buen éxito. Los fundadores de iglesias que participan en los sistemas de establecimiento de iglesias generalmente dirigen congregaciones de más rápido crecimiento y que alcanzan a más personas.3 La razón es sencilla: cada componente del sistema para establecer iglesias está proyectado para apoyar a los fundadores en una zona de mayor necesidad.
EVALUACIONES DE COMPORTAMIENTO
La mayoría de los fundadores de iglesias comienzan con una evaluación. Una evaluación estima el potencial en los “fundadores” y considera los importantes elementos necesarios en el establecimiento de una nueva iglesia. Ayuda a los fundadores a saber si tienen los dones y el llamado para fundar una iglesia.
La mayoría de las evaluaciones de comportamiento miden trece cualidades clave que identifica el doctor Charles Ridley, de la Universidad de Indiana: capacidad visionaria, motivación intrínseca, sentido de propiedad del ministerio, relación con los que no se congregan, cooperación del cónyuge, eficaz establecimiento de relaciones, compromiso con el crecimiento de la iglesia, sensibilidad con la comunidad, uso de los dones de los demás, flexibilidad y adaptabilidad, cohesión de los grupos, capacidad de recuperación, y ejercicio de la fe.
Las entrevistas de evaluación ayudan a los candidatos a comprender si tienen o no el potencial para convertirse en fundador de iglesias. Confirman a quienes tienen dones y llamado para fundar iglesias y muestran con claridad a quienes no los tienen. La evaluación no hace más eficiente al fundador; mas bien ayuda a eliminar a los fundadores de iglesias potencialmente ineficientes. Por tanto, así mejora la eficiencia de cualquier esfuerzo colectivo para fundar iglesias.
La mayoría de las denominaciones, las iglesias, y las redes que envían obreros usan alguna variante de la Evaluación de Comportamiento de Ridley. Las Asambleas de Dios informa: “Usamos las entrevistas de la Evaluación de Comportamiento de Ridley, además de pruebas de personalidad y típicos procesos de entrevistas.” 5 En un estudio reciente que incluía ciento nueve líderes de cuarenta denominaciones, más de dos tercios posee un sistema formalizado de evaluación de fundadores de iglesias. Igualmente las redes de fundación iglesias como Vision USA, Church Planting Network, y Acts 29 [Visión USA, Red de Fundación de Iglesias, y Hechos 29] son a menudo más selectivas que las mismas denominaciones, y aceptan sólo veinte por ciento de los que se presentan para el trabajo. La evaluación se ha convertido en un elemento fundamental para la mayoría de los grupos de establecimiento de iglesias.
Casi todos los líderes que establecen iglesias creen que la evaluación es esencial, considerando los resultados que ha mostrado los últimos veinte años. En 2003, estudié a centenares de fundadores de iglesias y descubrí que los fundadores que fueron evaluados superaban significativamente en rendimiento a quienes no fueron evaluados. Los fundadores de iglesias evaluados dirigían congregaciones cuya asistencia los primeros cuatro años fue por lo menos veinte por ciento mayor que la de los fundadores que no fueron evaluados.8 En el tercer año, las iglesias dirigidas por fundadores evaluados eran veintisiete por ciento más grande que las otras.9
La evaluación es también un poderoso indicador de la eficacia evangelística. Durante el cuarto año, los fundadores de iglesias evaluados promediaron unas veinticinco conversiones cada año, mientras que los fundadores de iglesias no evaluados promediaron doce.10 De modo que los que son evaluados alcanzan más del doble de las conversiones. Y muchos que no fueron evaluados no habrían pasado satisfactoriamente una Evaluación de Comportamiento de Ridley. Si no se incluyera a estos candidatos en el grupo, las estadísticas parecerían exageradas. Si hiciéramos un seguimiento de este mismo fenómeno con los fundadores de iglesias que aprueban y los que no aprueban la entrevista de evaluación, los resultados serían sin duda más reveladores. La evaluación afecta la integridad del esfuerzo para fundar iglesias porque elimina a los candidatos incompatibles y asegura que en el proceso se apoye a los candidatos más firmes.
La evaluación es sin duda uno de los más importantes avances de los últimos veinte años. Para aquellos que buscan facilitar el movimiento fundador de iglesias, sería insensato pasar por alto algunos procesos de evaluación formalizados en la fundación de iglesias. Cualquier denominación, red de trabajo, o iglesia que trata de fundar iglesias eficaces y exitosas debe tener algún mecanismo de evaluación para los candidatos a fundador de iglesias. La falta de tal mecanismo hará que tengamos iglesias más débiles y un mayor desgaste.
Por último, no sería prudente que cualquier persona que quiera fundar una iglesia prescindiera de una evaluación de comportamiento. Una evaluación del fundador de iglesias es un buen esfuerzo porque ratifica al fundador que tiene don y llamado, y evita sufrimientos, fracasos, y vergüenzas a quien no los tiene.
CAMPAMENTOS DE ADIESTRAMIENTO
El adiestramiento intensivo del fundador de iglesias y las sesiones de estrategia, que también se conoce como campamento de adiestramiento o adiestramiento fundamental, es otro elemento clave de los sistemas para fundar iglesias. El campamento de adiestramiento provee instrucción práctica a los fundadores que se preparan para entrar a una comunidad. Por lo tanto, se puede desarrollar una elevada disposición al aprendizaje porque los fundadores pueden prever los retos que afrontarán.
La mayoría de los campamentos de adiestramiento duran de tres a cinco días, y otros duran casi dos semanas. Este campamento guía paso a paso al fundador en el comienzo de una nueva iglesia con un énfasis en la aplicación contextual a su comunidad. Tal adiestramiento tiene como propósito ayudar a los fundadores a considerar todos los aspectos que intervienen en el comienzo de una iglesia. Por lo tanto, la mayoría de los campamentos de adiestramiento no están dirigidos a los que tienen interés de fundar una iglesia, sino a quienes ya lo están haciendo.
Los campamentos de adiestramiento tienen como fin que el fundador identifique las debilidades en su estrategia y haga ajustes. El fundador se beneficia porque puede desarrollar estrategias y recurrir a experimentados “fundadores”, como el supervisor de campo o su consejero. La presencia de un consejero significa una mayor responsabilidad durante la fundación de la iglesia y en las demás etapas del trabajo. Esos expertos son responsables de hacer preguntas difíciles para ayudar al fundador a definir su visión y enfoque. Los fundadores dejan un campamento de adiestramiento con una estrategia amplia, contextualizada, y más clara.
Los campamentos de adiestramiento se han extendido y son fácilmente el componente más utilizado en los sistemas de fundación de iglesias. Una encuesta de más de trescientos fundadores de iglesias en una denominación reveló que sesenta y seis por ciento de los entrevistados había asistido a un campamento de adiestramiento.11 Así también, la mayoría de las denominaciones u organizaciones fundadoras de iglesias cuentan con sistemas de adiestramiento extensivos para fundadores de iglesias. Durante el estudio del 2007 que dirigí para Leadership Network, en que participaron cuarenta denominaciones, hallamos que sesenta y cinco por ciento de ellas tenían sistemas de adiestramiento específico para los fundadores de iglesias.12 Además, cincuenta y un por ciento de los líderes denominacionales fundadores de iglesias estuvieron de acuerdo con la afirmación: “Contamos con una estrategia definida para adiestrar a fundadores de iglesias.” Sólo catorce por ciento no estuvo de acuerdo con la declaración.13 Además, cuarenta por ciento de estas denominaciones provee recursos de adiestramiento en Internet y trece por ciento provee experiencia práctica.
Las denominaciones están tomando la fundación de iglesias y el adiestramiento para este fin con mucha más seriedad que hace veinte años. En realidad, muchas denominaciones y redes de fundación de iglesias ahora requieren que los fundadores asistan a campamentos de adiestramiento u otro adiestramiento antes de recibir cualquier ayuda económica. Los líderes de establecimiento de iglesias ahora entienden la necesidad de que los fundadores reciban adiestramiento práctico y hacen todo lo posible para facilitar este componente de los sistemas de fundación de iglesias.
Los campamentos de adiestramiento son tal vez el componente más adoptado de los sistemas de establecimiento de iglesias, y por buenas razones. Los fundadores que participan en campamentos de adiestramiento son más eficaces en su trabajo que quienes no participan. En un estudio denominacional, aquellos que no participaron en un campamento de adiestramiento, el primer año dirigían iglesias que eran veintitrés por ciento más grandes que las de aquellos que sí participaron en un campamento de adiestramiento. Sin embargo, los que participaron en un campamento de adiestramiento estaban dirigiendo iglesias que eran treinta por ciento más grandes en el tercer año y veintisiete por ciento más grandes en el cuarto año. Esta estadística subraya la eficacia de los campamentos y del adiestramiento fundamental.
Los líderes fundadores de iglesias han aprendido cuán importante es el adiestramiento práctico para fundar iglesias. Ahora sabemos que los campamentos de adiestramiento y otras diversas herramientas ayudan a los fundadores a establecer iglesias más grandes y más eficientes. Las denominaciones y redes de trabajo invierten mucho tiempo, energía, y recursos en adiestrar a quienes comienzan la próxima generación de iglesias. Esa inversión está pagando dividendos, y a los campamentos de adiestramiento se debe el índice de supervivencia más elevado en las iglesias que hoy se establecen. El adiestramiento práctico es esencial para cualquier empresa misionera que quiera enviar fundadores de iglesias preparados y bien equipados.
Los fundadores también deben reconocer los beneficios que el adiestramiento práctico puede proveer. Hace veinte años no había mucho material para la fundación de iglesias. Conozco algunos libros, pero no estoy informado de la existencia de mecanismos específicos de adiestramiento. La mayoría de los fundadores de iglesias hicieron su mejor esfuerzo con lo que tenían. No debe sorprendernos que los índices de supervivencia de las iglesias que se fundaron fueran bajos y que muchos fundadores sufrieran junto con su debilitada congregación. Los recursos de adiestramiento ahora están a disposición de cualquier persona que quiera fundar una iglesia. Sin embargo, casi un tercio de los fundadores de iglesias no aprovechan esa beneficiosa experiencia. La falta de planificación generalmente es un riesgo innecesario basado en una necesidad mitológica de seguir adelante. Las estadísticas muestran que probablemente esos fundadores sufrirán innecesariamente.
A todos los fundadores de iglesias se les debe encarecer, o más bien exigir, que participen en un campamento de adiestramiento o en algún proceso de preparación con las herramientas adecuadas. Felizmente la mayoría de las denominaciones, las redes de fundación de iglesias, y las iglesias que se han fundado están de acuerdo y exigen a sus fundadores que se sometan al adiestramiento práctico para el establecimiento de iglesias.
CONSEJEROS (SUPERVISORES)
Los consejeros o mentores, supervisores, e instructores han demostrado cuan inapreciables son para los fundadores y para los sistemas de fundación de iglesias. Estas tres funciones generalmente se cumplen de manera independiente. Los consejeros enfocan el desarrollo espiritual del fundador de iglesias. Los instructores se concentran en la estrategia y el desarrollo de la fundación de la iglesia. Los supervisores se centran en la responsabilidad recíproca del fundador de iglesias. Las tres funciones son importantes y normalmente ocurren de manera simultánea en el proceso de consejería o incluso con solo un consejero/instructor/supervisor. Además, no es raro, e incluso se aconseja, que los fundadores de iglesias se reúnan aparte con un consejero, un instructor, y un supervisor. No hay regla establecida respecto a la frecuencia de tales reuniones. Algunos se reúnen cada semana, otros una vez al mes, y otros con menos frecuencia. Los fundadores de iglesias se benefician de estas reuniones no sólo por su frecuencia sino porque también tienen regularmente comunicación con fundadores adiestrados y experimentados durante su propia experiencia en el establecimiento de iglesias.
El establecimiento de iglesias es una experiencia en extremo solitaria que puede causar un gran desgaste, sobre todo a quienes trabajan solos. La oportunidad de dialogar regularmente acerca de asuntos personales y estratégicos alienta, infunde un sentido de responsabilidad, y enriquece. Por lo tanto, esa importante relación protege la salud espiritual del fundador y de su iglesia. Los consejeros, los instructores, y los supervisores son recursos necesarios para la mayoría, si no para todos los fundadores de iglesias.
Los líderes de fundación de iglesias reconocen esa necesidad y muchos ahora solicitan consejeros para sus “fundadores”. El reto para estos líderes denominacionales es encontrar suficientes consejeros calificados para ayudar a todos los fundadores de iglesias que ya están activos. The International Church of the Foursquare [La Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular] hace poco descubrió que dos tercios de sus fundadores se valen de un instructor durante su experiencia de fundación de iglesia.15 Ellos explican: “Setenta y siete por ciento informó que el adiestramiento tenía ‘algún’ efecto o un efecto ‘muy significativo’ en su eficacia personal y su productividad, y cincuenta y cuatro por ciento informó que el adiestramiento tenía una influencia ‘significativa’ o ‘muy significativa’.”16
Descubrí resultados parecidos en un estudio de una denominación que mostró que sesenta por ciento de sus “fundadores” tuvieron una relación con un consejero durante su experiencia en el establecimiento de una iglesia.17 Además, es probable que las redes de fundación de iglesias y las iglesias misioneras muestren índices mucho más altos del uso de consejeros e instructores. Tales grupos tienden a ser más prácticos y a participar con los fundadores de su iglesia.
La consejería es una práctica en aumento entre los fundadores de iglesias y no muestra señales de disminución. La consejería también está dando poderosos resultados. En un estudio, los fundadores de iglesias que se reúnen con un consejero o un instructor establecen iglesias más grandes y más eficientes que quienes no lo hacen.18 Los fundadores de iglesias que tienen consejero dirigen iglesias doce por ciento más grandes durante el primer año, trece por ciento durante el segundo año, dieciséis por ciento el tercer año, y veinticinco por ciento en el cuarto año.19
Además, la frecuencia de las reuniones con el consejero o mentor también influyó en el éxito y tamaño del establecimiento de la iglesia. Los fundadores de iglesias que se reúnen cada semana con un consejero o mentor dirigen iglesias que son cincuenta por ciento más grandes que las de los fundadores que sólo se reúnen mensualmente o trimestralmente y son cien por ciento más grande que las de aquellos que nunca se reúnen con un consejero. 20 Las estadísticas para los supervisores son aún más pronunciadas indicando que los fundadores de iglesias que se reúnen cada semana con un supervisor dirigen iglesias que son dos veces más grandes que las de aquellos que se reúnen sólo una vez al mes.21 Sin más rodeos, los consejeros, instructores, y supervisores aumentan la eficacia de los fundadores de iglesias. Cuanto más propósito pueda tener un fundador de iglesias, tanto mejor.
Indicadores de salud de la nueva iglesia
El tamaño es un común indicador para evaluar la salud de una nueva iglesia. Aunque el tamaño no es una medida absoluta de la salud, alcanzar cierto volumen es esencial para la supervivencia. Un resultado sorprendente del estudio de la Junta de Misiones de Norteamérica muestra que las iglesias que se fundan hoy son realmente más pequeñas de lo que muchos imaginan. La típica iglesia que se funda después de cuatro años no supera las cien personas en asistencia.
Otro indicador de salud de las nuevas iglesias es la eficacia evangelística. La cantidad de bautismos o conversiones tiene una poderosa relación con la eficacia evangelística de las nuevas iglesias. El promedio de bautismos o conversiones es de diez personas el primer año, once el segundo año, trece el tercer año, y catorce el cuarto año.
Cuando ciertos factores están presentes, se ve un mayor número de bautismos. Se probaron más de cien factores y según las estadísticas los siguientes fueron más significativos:
· desarrollar un evangelismo de ayuda (como: la distribución de alimento, refugios, rehabilitación de las drogas y el alcohol)
· comenzar al menos una iglesia filial en los tres primeros años de la fundación de la iglesia
· tener un plan de desarrollo de administración que permita a la iglesia manejar su propio sustento
· dirigir un programa de niños durante la semana
· dirigir una actividad especial de niños (como: festival de otoño, programa de Navidad)
· enviar invitaciones a cultos y actividades de la iglesia
· organizar una fiesta para una vecindad como una actividad de evangelismo
· ofrecer una clase para los nuevos miembros de la iglesia
· ofrecer un adiestramiento de líderes para los miembros de la iglesia
· participar en el adiestramiento para fundadores de iglesias en un campamento de adiestramiento que imparta el líder de establecimiento de iglesias
· trabajar a tiempo completo en el establecimiento de iglesias
· ser evaluado como fundador de iglesias antes de iniciar el trabajo
· delegar funciones de liderazgo a miembros de la iglesia1
ED STETZER, Alpharetta, Georgia, es misiólogo y director principal del Centro de Investigaciones Misioneras en la Junta de Misiones de Norteamérica, de la Convención Bautista del Sur. De “Improving the Health and Survivability of New Churches [Cómo mejorar la salud y la supervivencia de las nuevas iglesias]”, Leadership Network.Copiado con permiso.
Nota
1. Ed Stetzer y Phillip Connor, Church Planting Survivability and Health Study [Estudio de la supervivencia y la salud en la fundación de iglesias] (Nashville: Centro de Investigaciones Misioneras, Junta de Misiones de Norteamérica, 2007), 5.
Los últimos veinte años nos han enseñado que los fundadores de iglesias necesitan apoyo directo en su campo de acción. Los rigores del fundar iglesias están bien documentados. Los fundadores necesitan aliento, apoyo estratégico y emocional, tanto como supervisión. Los fundadores de iglesias que reciben consejería, adiestramiento, o supervisión ganan un asociado importante para su tarea. Ante los esfuerzos personales y la posible fatiga espiritual que pueden derivar de la fundación de iglesias, un consejero o mentor se convierte en un valioso agente de la responsabilidad recíproca, una “plomada” al definir la estrategia, y el alentador cuando la iglesia navega en aguas profundas. Los fundadores están mejor preparados para afrontar el medio turbulento y desafiante del establecimiento de iglesias cuando se sienten respaldados de quienes ya han vivido la experiencia. Ellos son fuente de comprensión, perspectiva, y perseverancia. Los organismos fundadores entienden esta verdad y se esfuerzan por proveer consejeros cualificados a cada fundador de iglesias. En realidad, sería una sabia medida que cada fundador de iglesias buscara un consejero, un instructor, o un supervisor, sea que su organismo fundador le provea uno o no.
GRUPOS DE APOYO A FUNDADORES DE IGLESIAS
Los grupos de apoyo a fundadores de iglesias son el aspecto menos utilizado y más subdesarrollado de los sistemas para fundar iglesias. Estos grupos de apoyo consisten en un cierto número de fundadores de iglesias que se reúnen junto con un facilitador adiestrado para analizar asuntos relativos a la fundación de iglesias y para recibir constante adiestramiento y educación en la fundación de iglesias. Esos grupos de apoyo proveen otro nivel de equipo para los fundadores de iglesias que se sienten aislados y solos en la fundación de su iglesia. Los fundadores de iglesias pueden aprender unos de otros cuando comparten sus experiencias colectivas. Los grupos de apoyo a los fundadores de iglesias tienden a reunirse mensualmente y la mayoría de los fundadores los encuentran útiles.
Los datos respecto a cómo se han extendido estos grupos de apoyo están un tanto incompletos. Muchas denominaciones y otros grupos fundadores usan grupos de apoyo a los fundadores de iglesias, pero no siempre mantienen un registro de participación. Por lo tanto, sabemos que muchos fundadores de iglesias participan en grupos de apoyo y compañerismo pero no sabemos la amplitud de esa participación.
Los grupos de apoyo a los fundadores de iglesias sí muestran que son un factor favorable en la fundación de iglesias más grandes y más prósperas. Un estudio denominacional muestra que los fundadores de iglesias que participan en grupos de apoyo dirigen congregaciones más grandes durante los primeros cuatro años de su nueva iglesia.22 El mayor margen se ve el primer año en que los fundadores de iglesias que participan en grupos de apoyo dirigen iglesias dos veces más grandes que las de aquellos que no participan en los grupos de apoyo y compañerismo. 23
Los grupos de apoyo a los fundadores de iglesias son el componente más nuevo de los sistemas de fundación de iglesias y con toda seguridad podemos aprender mucho más acerca de ellos. No obstante, las estadísticas muestran que son una eficaz ayuda para que el fundador de iglesias construya una base de apoyo. Muchos líderes de establecimiento de iglesias han comenzado a hacer un mayor esfuerzo para proveer este útil recurso. Se aconseja que siempre que sea posible, quien funde una iglesia busque un grupo de apoyo.
CONCLUSIÓN
Hace veinte años el lanzamiento en paracaídas era el método predominante de fundación de iglesias. Eso sucede cuando una denominación fundadora lanza en una comunidad a un solitario e inexperto fundador de iglesias y a su familia. Por la gracia de Dios, muchos de esos fundadores de iglesias tuvieron buen éxito en fundar congregaciones saludables, crecientes, y fructíferas. En realidad, la mayoría de las alarmantes estadísticas respecto a la supervivencia de las iglesias que se fundan simplemente no están al día.
Imagínese que le piden comenzar un negocio con sólo una ciudad que enfrentar y un sueño que realizar. Nadie le da recurso alguno ni lo prepara para realizar esa tarea. La persona que responde afirmativamente a tal petición sería un gran héroe o un necio.
Ahora bien, suponga que se le pide que comience una iglesia sin saber si usted tiene los dones y el llamamiento para hacerlo, sin ningún adiestramiento específico en la fundación de iglesias, y sin ayuda de un consejero, instructor, supervisor, o red de compañerismo. La tarea sería desalentadora. Muchos fundadores de iglesias experimentan ese escenario y muchos eventualmente fracasan. No permitamos que fracasen los fundadores de iglesias que Dios ha llamado. Para evitarlo necesitamos sistemas de ayuda que los incorpore a un movimiento cada vez más poderoso que penetre en las tinieblas y guíe a muchas personas al reino de Dios.
Hemos aprendido en los últimos veinte años que debemos apoyar a quienes entran al campo misionero. El apoyo debe venir de nosotros. Es difícil fundar una iglesia. No todo el mundo puede hacerlo. Un fundador de iglesias debe tener dones, llamamiento, estar adiestrado, y ser apoyado. Los sistemas para fundar iglesias fueron desarrollados por los mismos fundadores para afrontar esa gran necesidad. La evaluación, el adiestramiento, la consejería, y los grupos de apoyo han mostrado que son una valiosa ayuda que permite la fundación de un mayor número de iglesias más grandes, más saludables, y más prósperas. Hemos aprendido que los fundadores de iglesias trabajan mejor cuando están rodeados de un equipo que se ha comprometido con su éxito.
ED STETZER, Ph.D., president de LifeWay Research y misionólogo de LifeWay. Vive en Gallatin, Tennessee. Es autor de varios libros.
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