Pues, tu tienes un banco así y se llama TIEMPO. Cada mañana te acredita con 86,400 segundos. Cada noche registra como perdida cualquier cantidad de él lo que fallaste en invertir a un buen propósito. No añade ningún saldo del restante del día anterior. Cada día abre una nueva cuenta contigo. Si fallas en usar el depósito de ese día, es tu pérdida. No se puede regresar. No hay crédito para mañana. Salmos 90:12 – "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría." El tiempo es escaso y es valioso (precioso), y es tiempo de dejar de malgastarlo en actividades y rutinas sin sentido. Efesios 5:14-17 – "Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor." Tenemos que decidir: ¿Vamos a movernos hoy o vamos a esperar para el día de mañana? Nadie puede asegurar que vendrá mañana o que vendrá una segunda oportunidad. ¡Lo que vas a hacer, hazlo hoy! |
viernes, 20 de mayo de 2011
NUESTRO BANCO.....
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