lunes, 30 de mayo de 2011

DON ROQUE Y SU HIJO.


Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos anos había trabajado con ahinco para sacar adelante a su familia.  Su mayor deseo era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que para lograrlo dedico su vida y su escasa fortuna.  A los 70 anos Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y lleno de recuerdos.  Esperaba que su hijo, brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo.  Don Roque toco la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
- Hola papá! ¡Que milagro que vienes por aquí!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que esta es tu casa.
- Gracias hijo, sabia que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
- Entonces ¿no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? ¡Me siento tan solo!
- ¿Quedarte a vivir aquí?, si.....claro......pero no se si estarías a gusto, tu sabes, la casa es chica mi esposa es muy especial ... y luego los niños...
- Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mi, alguien me tendera la mano.
- No padre no es eso, solo que .. no se me ocurre donde podrías dormir.  No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían....o solo que ¿no te moleste dormir en el patio?
- Dormir en el patio esta bien.
El hijo de Don Roque llamo a su hijo Luis de 12 anos.
- Dime papá.
Mira hijo, tu abuelo se quedara a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se tape en la noche.
- Si con gusto ... y ¿dónde va a dormir?
- En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la cobija, tomo unas tijeras y la corto en dos.  En ese momento llego su padre
- ¿Qué haces Luis? ¿por qué cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá, estaba pensando ....
- ¿Pensando en que?
- En guardar la mitad de la cobija para cuando tu seas viejo y vayas a vivir a mi casa.

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