miércoles, 16 de febrero de 2011

UN TRUEQUE QUE NO FUNCIONA CON DIOS.


UN TRUEQUE QUE NO FUNCIONA

Indefectiblemente diezmarás… y las primicias… y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia. Deuteronomio 14. 22-26.
INTRODUCCIÓN:
PREGUNTAS INQUIETANTES:
¿Realmente podemos pedir a Dios que nos conceda las cosas que deseamos o necesitamos, basados en el acto de diezmar? O, “ponerle nombre al diezmo”.
¿Está bien decir al Señor: te entrego estos diezmos para que me des tal o cual cosa?
¿Es correcto, bíblicamente hablando, orar así: te doy estos diezmos por esta cosa que necesito? (Es decir, “te los doy a cambio de una provisión para mí”).
En repetidas ocasiones he escuchado a predicadores (pastores) decir: “Dé los diezmos por lo que desee o necesite, ¿desea una casa?, dé los diezmos y dígale al Señor: te doy estos diezmos por la casa que necesito, porque la Biblia dice en Deuteronomio 14.26, ´y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas,… o por cualquier cosa que tú deseares’…”.
Pero lo más preocupante es que algunos de éstos pastores son distinguidos y admirados en el contexto del pueblo del Señor y de las comunidades donde están asentadas sus congregaciones. Yo mismo siento respeto por algunos de ellos, también gozan de mi simpatía, y no creo que sean falsos maestros ni nada por el estilo. Sólo pienso que sencillamente están llegando a una conclusión que no es bíblica, hermenéuticamente hablando. Aprovecho para aclarar que predico acerca del diezmar y ofrendar generosamente, es decir, ese no es el problema que veo aquí.
Entonces ¿qué es lo que causa preocupación?, la preocupación viene por el hecho de que hoy en día, cuando algún gran líder  cristiano asegura algo, los demás lo aceptan sin el previo escrutinio escritural, más aún si es dicho en algún evento de importancia, o a través de algún medio masivo de comunicación.
Cada día, cuando en sus templos hay servicio de adoración al Señor, al momento de la colecta de los diezmos y ofrendas, nunca falta tal aseveración por parte de estos pastores o alguno de sus no menos respetados discípulos; igualmente, en las conversaciones de los feligreses también se oye decir tales palabras. Esto, de tanto repetirlo se ha convertido en una doctrina. Esta doctrina, de alguna manera dice así: Creemos que el acto de diezmar me concede la justicia o el derecho a pedirle a Dios lo que necesito, y Él está comprometido en responderme. Por supuesto esto es pura especulación de parte de quien escribe estas líneas (nunca he leído que ellos hayan redactado algo así); pero me atrevo a expresarlo de esa manera porque esas declaraciones así me permiten inferirlo. Esto suena a una especie de trueque material/material, por muy buena que sea la intención del que lo hace.
Uno de mis profesores en el Seminario Bíblico, nos decía: “Cuando hay niebla mental, hay que volver a las definiciones”.  Por otro lado, Hank Hanegraaff, autor de “Cristianismo en crisis”, comienza su libro diciendo: “Cuando las cosas van mal, usualmente no es porque yo haya fallado en seguir alguna novedosa fórmula, sino porque he empezado a comprometer lo esencial. Nunca me canso de maravillarme al ver qué rápidamente las cosas toman su ritmo tan pronto cuando regreso a lo básico”. Es lamentable decirlo, pero la falla se origina en que a muchos se les olvidó las clases básicas de hermenéutica que se reciben en los institutos bíblicos, seminarios, además de los  estudios autodidactas.
¿No es mucho mejor asegurarnos primero de, si lo que oímos o leímos de un famoso predicador está bien con respecto a las Sagradas Escrituras y a la teología bíblica ortodoxa? Definitivamente, debemos aprender más de los hermanos de Berea (Hechos 17. 10-11), y sacar de nuestra cultura cristiana esa mentalidad de lo novedoso de los atenienses (Hechos 17. 21).
Precisamente, tal interpretación del pasaje leído, tropieza con una sana hermenéutica porque hacen que la Biblia diga lo que no dice, ya que el pasaje no dice que se le demande a Dios beneficio alguno por nuestra obediencia. Allí lo que se observa son unas instrucciones dirigidas a los israelitas para cuando viviesen lejos del lugar de adoración y acerca de la utilización de ese dinero. Choca también con la teología cristiana evangélica (sola fide, sola gratia, soli Deo Gloria). ¿Qué pensaría Lutero el reformador? Tetzel estaría agradecido. No podemos pensar que las bendiciones de Dios las recibimos por el mérito de  nuestras obras. ¿Dónde estarían la fe, la gracia y la soberanía de Dios?
VEAMOS LO QUE DICEN OTROS TEXTOS DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS:

Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Génesis 15. 6.

… El que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca; Sal. 103. 1-6.

Mas el justo por su fe vivirá. Habacuc 2.4; Romanos 1.17; Gálatas 3.11; Hebreos 10. 38.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mateo 6. 10-11.

Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. Gálatas 3. 5-9.

Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia. Gálatas 5. 5.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don De Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2. 8-9.
Todos estos textos nos indican que recibimos todas las cosas por gracia, por la fe, y como un acto soberano de Dios al responder nuestras oraciones. No hay un solo texto bíblico que respalde la doctrina de dar diezmos para obtener  bienes. Algunos argumentarán lo que dice Malaquías 3. 8-10, a lo cual respondemos con este comentario de la Biblia Plenitud: (énfasis añadido)
Este pasaje claramente nos dice que aquellos que retienen sus diezmos y ofrendas le están robando a Dios. En consecuencia, también se privan a sí mismos de las bendiciones que Dios desea otorgarles. Cuando uno cesa de diezmar está violando la Ley, y si uno viola la Ley, entonces ésta no puede obrar a nuestro favor.
Nada hará que un creyente sabio deje de ofrendar y diezmar, pero ella o él jamás diezmarán u ofrendarán con el objetivo de obtener algo. Más bien, la acción de dar procede de la obediencia y ¡Dios siempre recompensa la obediencia!

VEAMOS LO QUE DICEN LOS EXPERTOS EN INTERPRETACIÓN BÍBLICA:
ü  WALTER A. HENRICHSEN: ENTENDAMOS, 24 PRINCIPIOS BÁSICOS PARA INTERPRETAR LA BIBLIA: (Libro texto de Hermenéutica, Plan Básico).
Este autor nos instruye con reglas y corolarios, de los cuales seleccioné los siguientes: Señala que la Correlación es uno de los cuatro pasos básicos en el estudio correcto de la Biblia:
Correlación, que responde a la pregunta: ¿Cómo se relaciona esto con todas las otras cosas que dice la Biblia? El estudiante de la Biblia debe ir más allá de un simple examen cuidadoso del pasaje en sí. Debe coordinar su estudio con todo lo demás que la Biblia diga sobre el mismo tema. Una interpretación precisa y correcta de cualquier tema bíblico tendrá en cuenta todo lo que la Biblia diga al respecto.
Regla Nº 2. La Biblia se interpreta a sí misma; son las Escrituras quienes mejor interpretan a las Escrituras.
Cuando estudias la Biblia, deja que te hable por sí sola. Ni quites ni añadas. Que la Biblia sea su propio comentario. Compara Escritura con escritura.
Corolario (de la Regla N°8): La iglesia no ha de determinar lo que enseña la Biblia, sino que la Biblia determinará lo que enseña la iglesia. Las interpretaciones de la iglesia solo tienen autoridad en cuanto armonicen con las enseñanzas de la Biblia en su totalidad. Las interpretaciones de la iglesia han de ser estudiadas y evaluadas cuidadosamente a la luz de lo que se enseña en la Biblia.
Regla Nº 22. No se puede considerar bíblica una doctrina a menos que resuma e incluya todo lo que las Escrituras tienen que decir sobre el particular.
Proverbios 18. 31:  (RVR60: Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio). Es de necios llegar a una conclusión antes de escuchar todos los argumentos que se hagan a un tema. Así también, es craso error sacar conclusiones respecto a alguna doctrina en particular antes de averiguar todo lo que dice la Biblia al respecto.
Regla Nº 24. Puedes considerar que es bíblica una enseñanza que se deriva solamente por implicación cuando otros pasajes comparados o relacionados lo apoyan.
Es imprescindible que estés seguro de que las deducciones que haces realmente se sobreentienden en las Escrituras de las cuales las sacas, y de que has investigado y comparado todos los pasajes que den luz sobre el tema. Es extremadamente fácil usar mal esta regla y arribar a una conclusión no bíblica.
ü  FEE Y STUART: LA LECTURA EFICAZ DE LA BIBLIA. EDITORIAL VIDA: (Libro texto de Hermenéutica Avanzada, ISUM).
El propósito de la buena interpretación es sencillo: llegar al significado sencillo del texto. El ingrediente más importante que se pone en esa tarea es el sentido común iluminado. La prueba de la buena interpretación es que le da buen sentido al texto. La interpretación correcta, por lo tanto, le da paz a la mente y aliento al corazón.
Un texto nunca puede significar lo nunca significó. El verdadero significado de un texto bíblico para nosotros, es lo que Dios se propuso originalmente que significara cuando se expresó por primera vez.
VEAMOS OTRAS VERSIONES BÍBLICAS: DEUTERONOMIO 14. 26:

Y podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: en vacas u ovejas, en vino o sidra, o en cualquier otra cosa que tu corazón desee; allí comerás en presencia del Señor tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa. LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS.

Con ese dinero podrás comprar lo que prefieras o más te guste: ganado, ovejas, vino u otra bebida fermentada, y allí, en presencia del Señor tu Dios, tú y tu familia comerán y se regocijarán. NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL.

Podrás gastar el dinero en todo lo que tu corazón apetezca: en vacas u ovejas, en vino o sidra, o en cualquier otra cosa que tu corazón desee; allí comerás en presencia del Señor tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa.  NUEVA BIBLIA DE LOS HISPANOS.

VEAMOS LO QUE DICEN LOS COMENTARISTAS:

·         Roberto Lloyd: Jehová regresaba una parte a los oferentes para que tuvieran una comida de acción de gracias con su familia, los pobres, y los levitas.[1]
·         Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia: Las leyes del diezmo comprendían todos los productos agrícolas. Al dar el diezmo (el presente de la décima parte al Señor), los israelitas reconocían que la tierra era del Señor y que los beneficios de la tierra eran de ellos a causa de las bendiciones de Dios. El diezmo debía disfrutarse en la presencia del Señor, a menos que el pueblo llegara desde una gran distancia. Entonces podían cambiarlo por plata y con ella podían comprar alimento y bebida en Jerusalén. Dinero, se refiere a la plata no acuñada. La moneda no se adoptó sino hasta el período persa.[2]
·         Alfonso Lockward: Con el dinero se podía hacer una especie de comida comunal en el santuario de la cual participaban los levitas.[3]
·         Jack W. Hayford: Debido a que a los judíos se les exigía por ley gastar una décima parte de sus ingresos en Jerusalén (Dt. 14.23–27).[4]


CONCLUSIÓN:
Debemos usar bien la palabra de verdad (2Ti. 2.15); así mismo, retener la palabra fiel tal y como ha sido enseñada para poder exhortar con sana enseñanza (Tit. 1.9). Si deseamos animar a los hermanos a tener fe en la provisión de Dios para la satisfacción de sus necesidades, utilicemos los textos bíblicos pertinentes, los cuales, por cierto, son abundantes, y sin necesidad de forzar a la Escritura a decir lo que no dice. Por otra parte, no es sabio repetir las cosas novedosas que oímos o leemos sin hacerles previamente el examen escritural correspondiente. Pidamos en oración al Señor que nos de discernimiento espiritual en estos tiempos de apostasía moral y doctrinal.
Su hermano en Cristo,
 Ricardo Ferrer Rojas.
0426-544.93.44; ricardoferrer777@hotmail.com


[1]Lloyd, Roberto: Estudios Bı́blicos ELA: Al Este De La Frontera (Deuteronomio). Puebla, Pue., México : Ediciones Las Américas, A. C., 1994, S. 74
[2] Nuevo Comentario Ilustrado De La Biblia. Nashville : Editorial Caribe, 2003, S. 248
[3]Lockward, Alfonso: Nuevo Diccionario De La Biblia. Miami : Editorial Unilit, 2003, S. 293
[4]Hayford, Jack W.: Estudio De Juan: Una Vida Mas Allá De Lo Ordinario. electronic ed. Nashville: Editorial Caribe, 2000, 1995 (Logos Library System; Plenitud Del Espíritu. Guías Para Explorar La Biblia), S. 46

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