miércoles, 22 de mayo de 2013

para que rías, porque reír hace bien...


Dereese D. W., "presunto" ladrón de bolsos por el procedimiento del tirón en Minneapolis, fue detenido por la policía. Le pusieron en una fila entre otras personas para ser identificado por una viejecita. Cuando uno de los policías le dijo que se adecentara poniéndose la visera de la gorra por delante, el dijo: «No, es que la llevaba hacia atrás cuando robe a la vieja» .
   Un sujeto que no deseaba pagar los honorarios de un abogado defendió por sí mismo su propia causa. En determinado momento, llamó a declarar a un amigo suyo y le preguntó: «Juan, ¿dónde estaba yo cuando robamos las gallinas?» .
 Junto a las ruinas de un antiguo templo griego, una señora americana cuando estaba posando para una fotografía, dijo al fotógrafo: «Procure no fotografiar mi coche, mi marido creería que he sido yo quien ha destruido el templo» .
   Pretendía vender un asno y le dijo al tratante: «Si desea usted un buen asno, diríjase a mí» .
   Un peón de una constructora, vuelve a casa y le cuenta a su mujer que el andamio en el que trabajaba con otros tres obreros se ha venido abajo y a causa de la caída los tres han muerto; sólo se ha salvado él. El empresario deberá desembolsar un millón para cada una de las familias de las víctimas. Ante tal noticia, su mujer le dijo: «Cuando hay algún dinero que ganar, tú siempre quedas al margen» .
  Siendo jefe del gobierno francés Clemenceau recibió a un político en su despacho, el mismo día de la muerte de uno de sus ministros. 
       Político : Quiero ponerme a su disposición por si cree que puedo ocupar el puesto del ministro fallecido.
       Clemenceau : Eso no es cosa mía, pregúnteselo a los de la funeraria.
 Se cuenta que Carlos V, visitando un monasterio de Alemania, vio a un monje que tenía la barba negra y el pelo completamente blanco. Preguntóle la causa de tan extraño fenómeno y el monje le contestó: «Señor, he trabajado más con la cabeza que con los dientes»  
    El futurólogo le dijo que según los astros su número de la suerte era el 10. Ni corto ni perezoso se fue al hipódromo el día 10 de octubre, (mes 10) a las 10 de la mañana, en el autobús 10, entró por la puerta 10, se acercó a la taquilla 10, se gasto 10.000 ptas. apostando por el caballo nº 10. Se celebró la carrera, el caballo nº 10 llegó el décimo.
Un orador inexperto : «Que.. que… queridos amigos, cuando vine esta noche, sólo Dios y yo sabíamos lo que iba a deciros… ahora sólo lo sabe Dios» .
Por la megafonía de un campo de fútbol : «Por favor, se ruega al propietario del coche matrícula de Madrid: M – 17 65 43 23 45 64 30 09 92 87 64 35 42 54 32 76 BJ vaya urgentemente a retirarlo pues molesta la matrícula» .

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