jueves, 20 de agosto de 2015

EL FRACASO DE LA CATEDRAL DE CRISTAL

 (por Lucas Leys)
Llevo meses queriendo escribir acerca de lo que ha sucedido en la Catedral de Cristal o quizás debiera decir la Crystal Cathedral porque me refiero al ministerio en inglés; pero me contuve esperando el momento oportuno para no perjudicar de ninguna manera ni se interprete de ninguna forma que estaba diciendo algo negativo del hasta ahora pastor hispano y mi amigo, Dante Gebel, a quien amo profundamente.
De hecho, hace unas semanas le dije que ni bien él saliera de la Catedral iba a hacer mi reflexión pública de lo que ha pasado allí y él me dijo que me despache con libertad.
Quizás algunos de los que leen esto no sepan que fui pastor de jóvenes allí por 6 años hasta el 2002, que todavía soy pastor ordenado de la denominación a la que pertenecía la catedral y que en el 2009 me preguntaron si quería volver a ser el pastor general de la iglesia Hispana de la Catedral, y ante mi inmediata respuesta negativa me pidieron que les recomiende a alguien y así fue que le pregunté a Dante si estaba interesado e hice la conexión para que sea él quien quedara al frente de la iglesia hispana. (Una conexión que por la oportunidad que presentaba la iglesia y el estilo de Dante llamé un casamiento hecho en el cielo y dio sus frutos inmediatamente).
¿Pero qué fue lo que sucedió del lado en inglés para que la Catedral terminara con una bancarrota vergonzosa de 60 millones de dólares, una congregación vaciada y una venta controversial de la propiedad a una diócesis católica?
Para ponernos en perspectiva: La catedral llegó a ser la iglesia cristiana más famosa de los Estados Unidos en los años 80 y para los 90 se calculaba que 6 millones de personas miraban su programa de TV que salía por el principal canal secular nacional y por satélite a todos los continentes. Robert Schuller, su fundador, solía verse con los presidentes de Estados Unidos y el mundo (me acuerdo cuando vino Mihail Gorbachof), los principales artistas cristianos se peleaban por salir en el programa, Schuller solía ser entrevistado en CNN, había 12 mil miembros estables cuando me fui y muchos más que decían ser miembros pero vivían en otros países y la “catedral,” como se conocía al edificio principal de vidrio, era mencionada en los libros de arquitectura y hasta también salió en los Simpson.
Entonces- ¿Cómo pudo terminar en semejante bancarrota y vergüenza luego de tanto éxito?
Podría escribir varias cosas pero para que este post no sea eterno voy a resumir mi respuesta diciendo que hay 3 errores que se cometieron en la catedral que los pastores latinos de las próximas generaciones DEBEMOS evitar:
1. Construir templos con el ego y no la cabeza.
Schuller, como muchos otros pastores en el pasado y el presente, se dio cuenta que a cualquier grupo de personas le motivan las conquistas, las metas consumables y los logros que le dan a ese grupo (o congregación) una sensación de éxito. Él se dio cuenta que toda iglesia que construye templo, crece. Si, salvo contados casos, si el líder sabe relacionar la construcción del templo a la identidad de esa gente, esas personas van a dar por encima de sus posibilidades hasta que la meta es alcanzada. ¿Y cuál es el problema de eso? Ninguno, si al hacer el templo se presupuesta pensando también en los costos de mantener el templo ¿Por qué? Porque esta es la sorpresa: Cuesta mucho más caro mantener un templo que construirlo y una vez construido ya no hay meta visible y es mucho más difícil motivar a la gente porque ahora hace falta pagar el aire acondicionado, las cuentas de luz y el agua de los baños.
Además está la dimensión práctica de lo edificado. En la Catedral de Cristal todo pasaba porque se viera bien en TV pero era una pesadilla encontrar funcionalidad a esas estructuras. Es decir, se veía fantástico, pero las sillas no se podían mover, el techo no se podía oscurecer para usar videos, el escenario pensado para TV era demasiado alto o demasiado bajo, el sonido nunca pudo ponerse donde se debía poner para que no molestara las cámaras y así los problemas seguían y seguían. (y encima Schuller decía que él era un gran arquitecto y la congregación le aplaudía cuando lo decía…)
Otro problema era que el dinero con el que se construía no venía de la congregación sino de ofrendas especiales de gente rica externa que de tanto en tanto le donaba a Schuller. Osea, no había nada de malo en usar esas ofrendas pero es muy peligroso hacer presupuestos millonarios basados en ofrendas esporádicas y no en la congregación estable.
Y por ultimo, todo el gasto descomunal en el templo y el campus había causado una cultura de que todo era tan valioso que era inmodificable y hasta sagrado. Aunque no funcionara, al haber costado tanto, no se podía cambiar nada. La congregación estaba para servir al templo y no el templo a la congregación.
2. Rodearse solamente de chupamedias y practicar el nepotismo
Cuando recién llegué a la catedral para mi fue un shock descubrir que el staff de la iglesia le tenía miedo al pastor. Cuando el pasaba o se acercaba todos actuaban como que estuvieran tratando de encubrir algo. Primero lo noté en las secretarias y los servidores pero al ir a reuniones de pastores me di cuenta que también era una cultura. Todos le decían a Schuller lo que quería escuchar en vez de lo que tenía que escuchar. Claro, yo llegué jovencito y sin conocer demasiado de él, pero la mayoría de los que trabajaban en la iglesia a diferencia de mi, le habían visto lograr tantas cosas a impresionar a tanta gente que le tenían tanta admiración que les había hecho olvidar una premisa bíblica fundamental: todos somos pecadores y nos equivocamos, y el pastor también. Pero luego me di cuenta de 2 cosas más: 1. Este hombre estaba rodeado de solo 2 tipos de personas: empleados y familia. Y 2. Por pensar en las reuniones como “shows” y no avocarse al desarrollo de la congregación, las reuniones tenían un montón de profesionales (hasta no cristianos) que hacían que el culto se viera espectacular, pero nadie movía un dedo sin cobrar y eso era otra trampa a largo plazo. Éramos una empresa con empleados y no una comunidad de hermanos siervos.
Y estaba la familia. En todos los puestos claves de la iglesia había un familiar y siempre la pregunta que vagaba por el aire era: ¿Está ahí porque es bueno o por qué es familia? y la repuesta se demostró con sus dos sucesores: Su hijo llevó la congregación de 10.000 a 1.000 en pocos años y luego su hija terminó de rematar el ministerio. (y no es porque no había buenos pastores disponibles que no pudieran hacer el trabajo)
3. No invertir en los jóvenes y creer que las estrategias son eternas.
A pesar de tener miles de miembros, una escuela y una academia de música de primera, la catedral nunca tuvo un ministerio juvenil sano. No lo tuvo porque como las bancas del templo estaban llenas de visitas, Schuller no se dio cuenta que la congregación iba envejeciendo con él y no se estaba haciendo demasiado para atraer a las nuevas generaciones.
Una cosa es tener un templo lleno y otra diferente es una iglesia fuerte. Una iglesia fuerte necesita un poderoso ministerio de niños y un estratégico ministerio de adolescentes. Pero en un templo donde no se podía tocar nada sin que los de seguridad vinieran como policía y con reuniones pensadas a gusto de la liturgia y la música de un pastor de más de 70, la congregación no es que solo se fue yendo, sino simplemente “muriendo” y no lo digo en sentido figurado.
El famoso órgano de tubos (el más grande del mundo en funcionamiento) que en los 80 trajo multitudes a ver cómo sonaba con la orquesta, ahora estaba alejando al futuro de la congregación. El formato de TV que por tantos años fue un éxito, ahora estaba quedando atrás pero el líder estaba convencido que no había nada que cambiar.
Reflexión final (quizás por ahora)
Lo mismo que hizo grande a la catedral también fue lo que la arruinó. La misma persona que la levantó fue la persona que la destruyó.
Quizás alguno que me esté leyendo piense que esto no nos puede ocurrir en América latina o no le va a ocurrir a tu congregación. Pero justamente por eso escribo esto. Espero que no nos ocurra, pero Schuller y la Catedral de Cristal tampoco pensaron que les podía pasar.
Las catedrales vacías de Europa alguna vez cobijaron a congregaciones pujantes y tuvieron líderes prominentes pero hoy son museos de la religión. ¿Por que? Porque casi todas fueron edificadas por vanidad y no practicidad, con personas trabajando por temor y no amor y con líderes sin ninguna sospecha que solo estaban pensando en su prominencia y no en un verdadero servicio a la comunidad.
¿Creo que esta mal edificar templos grandes y confortables? Por su puesto que no, y tengo claro que lo que en un lugar y para una congregación puede ser inapropiado puede ser apropiado en otra. Lo importante es que no sea el ego lo que inflame la llama y que siempre se tenga claro que la iglesia está formada por personas y los edificios son solo secundarios.
¿Creo que está mal que una iglesia contrate profesionales e incluya a la familia del pastor? Tampoco. Es lindo ver a familias enteras sirviendo al Señor. Pero no debe ser el pastor quien los elija sino la congregación porque esa es la versión bíblica de cómo se eligen lideres en la iglesia. Y respecto a empleados, qué bueno que tengamos mucha gente a tiempo completo en nuestras congregaciones, pero el pastor tiene que ser proactivo en rodearse de personas que le hablen con plena franqueza sin ningún tipo de temor a ninguna represalia y por eso no puede solamente estar rodeado de personas a las que le paga un sueldo.
Por ultimo: ¿Creo que esta mal confiar que las estrategias que nos trajeron hasta acá nos llevarán hasta allá? Definitivamente. Lo que sirve hoy no necesariamente servirá mañana. El único que no cambia es Cristo y lo sagrado es la palabra y la misión pero los métodos deben ser siempre actualizados.
En defensa de Schuller podemos alegar que su ministerio tuvo un ciclo y que simplemente pasó su tiempo pero que podemos estar agradecidos por las familias que fueron alcanzadas y bendecidas en ese tiempo (que fueron miles). Pero los recientes sucesos nos deben hacer preguntar dónde está la gente que fue alcanzada por el ministerio anglo ahora, si en verdad fue poderosamente influenciada.- Quizás la respuesta está en que simplemente se murieron, pero mi lado más cínico está tentado a decir que esa gente fue tan solo entretenida o motivada pero no discipulada y por eso no quedó nada de esa aparente influencia.- Ya lo escribí en varias ocasiones: Fama y multitudes no es sinónimo de influencia y vidas cambiadas.
El fracaso de la catedral es el fracaso de un modelo y no solamente de una institución o ministerio. Para nosotros, es una advertencia. Que un ministerio sea prospero hoy no significa que lo será mañana.