lunes, 18 de marzo de 2013

EL INTERNET SABE TODO DE NOSOTROS...


Cuánto se gasta en ropa, qué juegos prefiere, sus creencias religiosas, tendencia política, dónde pasó sus últimas vacaciones, su color favorito, o si es de tomar cerveza, vino o agua en las comidas. Muchos de estos detalles sobre usted están en Internet. Algunos los habrá publicado usted mismo, otros se pueden inferir de su actividad en la Red, qué páginas visita, qué aplicaciones se descarga en el móvil o simplemente de lo que otros dicen de su persona. La información está ahí y no hace falta ser malintencionado para encontrarla, aunque puede ser usada con malas intenciones.
Lo habitual, sin embargo, es que las empresas recaben y crucen datos personales para ofrecer publicidad muy individualizada en función de los gustos de cada uno, incrementando con ello sus posibilidades de venta. Así, la privacidad se ha convertido en la moneda con la que pagamos muchos de los servicios online aparentemente gratuitos. Otras veces, compartimos intimidades simplemente para satisfacer la necesidad humana de comunicarnos, según los sociólogos. Sea de manera intencionada o inconsciente, cada clic de ratón o palabra que escribimos en la blogosfera revela quiénes y cómo somos. Los expertos coinciden: la privacidad en Internet no existe, pero se puede gestionar cuánto enseñamos y qué imagen damos.
Las autoridades de protección de datos del Estado de Schleswig-Holstein (Alemania) prohibieron en agosto de 2011 el uso del botón Me gusta de Facebook porque entendían que violaba la privacidad de los usuarios. Sus sospechas de que esa información podía servir para crear perfiles con hábitos y preferencias de los internautas se han confirmado. Un grupo de investigadores del Centro de Psicometría de la Universidad de Cambridge ha desarrollado un modelo matemático que permite deducir con alto grado de acierto la etnia, la orientación sexual, las tendencias políticas y las creencias religiosas de cualquier persona a partir de los Me gusta que ha pinchado en la red social.
Las políticas de privacidad de los espacios cambian y no se entienden
Aquella no era la primera vez que Alemania decidía poner coto a la difusión y tratamiento de información personal en la Red. En 2010, el Gobierno de Angela Merkel aprobó una ley que impedía a los jefes husmear en los perfiles en redes de sus trabajadores en busca de datos personales. Tampoco las empresas de reclutamiento podían buscar las vergüenzas online de los candidatos. Los expertos en protección de datos señalan que, en la práctica, este tipo de medidas son muy difíciles de aplicar.
“El único modo de mantener nuestra privacidad online sería no usar Internet en absoluto. Aunque, como es obvio, eso ni es conveniente, ni posible en muchos casos”, opina Ángel Gutiérrez, coautor del libro Comercio electrónico y privacidad en Internet. “Ya no hace falta que revelemos directamente quiénes somos y lo que nos interesa. Los sitios web lo averiguan por lo que hacemos en Internet”, continúa el experto. ¿Para qué? Para ganar dinero. “El negocio es la publicidad”, indica Ricard Martínez, presidente de la Asociación Profesional Española de Privacidad (Apep). Estamos en la era de la publicidad a la carta. Ya lo habrá notado, ayer entró en algunas páginas de automóviles y hoy le persigue por la World Wide Web el anuncio del coche del año. Esta práctica puede ser molesta e invasiva para algunos y una ventaja para otros, porque evita recibir información comercial que no le interesa.
¿No recuerda haber dado permiso para que su actividad online sea rastreada? ¿Tampoco le suena haber autorizado a una aplicación móvil acceder a su libreta de contactos? Seguramente lo hiciera cuando aceptó los términos de uso de los servicios online que utiliza, ya sea un buscador como Google, redes sociales como Facebook o Twitter, o la mensajería instantánea de WhatsApp. Un 42% de internautas no lee la política de protección de datos, según el Eurobarómetro sobre conductas de los internautas en materia de privacidad, de junio de 2011.
El principal negocio de esa información es la publicidad
“La gente no lee ni configura la privacidad de los espacios online en los que se desenvuelve”, denuncia Martínez. “Lo ponen muy complicado. No solo es que pongan condiciones que no se entienden, sino que además las cambian continuamente. Nos hacen creer que podemos controlar la privacidad, pero no es verdad”, añade Jorge Flores, responsable de PantallasAmigas, web que promueve el uso responsable de las nuevas tecnologías.
Así, el 42,5% de los internautas que utilizan redes sociales en España ha encontrado difícil gestionar la privacidad de su perfil. Un 7,2% reconoce que ha sido imposible hacerlo, según el estudio publicado en diciembre de 2012 sobre la percepción de los usuarios acerca de su privacidad en Internet elaborado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco).
Más o menos conscientes de los pormenores del contrato, el resultado es que “pagamos los servicios” con datos personales, dice el presidente de la Apep y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia. Normalmente, esta transacción se produce en términos “acordes a la legalidad”, añade. Aunque no siempre es así. “La ley dice que un sitio web solo puede pedirle a un usuario las informaciones necesarias para poder ofrecerle sus productos. Pero en la mayoría de los casos solicitan informaciones adicionales”, explica Gutiérrez. Javier de Rivera, sociólogo especializado en redes sociales, cree además que los usuarios se sienten abocados a aceptar las condiciones. “Para tener contacto con nuestros amigos y estar socialmente integrado tenemos que renunciar a esa privacidad”, concluye.

Cómo proteger su privacidad ‘online’

- Lea las políticas de uso y privacidad de los diferentes servicios antes de utilizarlos.
- Regístrese solo en aquellos sitios web en los que tenga confianza. Asegúrese de que el sitio web dispone de una política de privacidad donde conste la identidad y dirección del responsable y la finalidad con la que se recaban todos los datos.
- Reflexione antes de publicar datos personales en Internet; una vez lo haga es muy probable que queden fuera de su control.
- Configure las opciones de privacidad de su perfil de manera adecuada. Valore qué información desea revelar y controle quién puede acceder a ella.
-Respete a los demás. No publique datos de terceras personas sin su consentimiento.
- Controle su lista de contactos y, antes de agregar a alguien, asegúrese de su confianza.
- Utilice contraseñas robustas y seguras para que no le suplanten.
- Instale una herramienta antivirus.
- Evite publicar su ubicación física en todo momento.
- Borre periódicamente los archivos temporales y las cookies de su ordenador con objeto de evitar que se pueda realizar un rastreo de su navegación.
- Sea consciente de su reputación online. Valore la relevancia que puede tener ahora y en un futuro la información que publica, ya que le acompañará toda su vida.
Cualquier detalle es, en última instancia, importante y valioso porque permite a las empresas elaborar ofertas a medida. Y no solo en el ámbito comercial. Lo mismo se puede personalizar un anuncio directo al consumidor potencial, que un programa electoral al gusto del elector dudoso. De Rivera recuerda en uno de sus ensayos que en la última campaña electoral en EE UU, el equipo de Obama utilizó las redes sociales, sobre todo Facebook, para identificar a los votantes indecisos, conocer sus inquietudes y así encontrar “el mejor modo de convencerles”. La victoria del reelegido presidente fue, en realidad,el triunfo del data mining (minería de datos), según reflejó la prensa mundial.
Internet es, en efecto, una mina de datos. Una ventana desde la que accedemos al mundo, y por la que el mundo puede entrar en nuestra casa —con o sin invitación— y arramplar con el joyero. “Si ya hubiera existido en la época de George Orwell, no me extrañaría que hubiera incluido Internet en su 1984, como parte del aparato de vigilancia y manipulación del totalitario partido”, apostilla Gutiérrez, experto en privacidad en la Red. Esa ficción no estaría lejos de la realidad. “La información privada es utilizada en Estados totalitarios para identificar disidentes”, alerta Ricard Martínez. Por eso opina que los legisladores “deben proteger la privacidad de los ciudadanos en Internet. Es fundamental para la libertad. Para que no nos manipulen, si tengamos la sensación de que nos están fiscalizando”.
El protagonista del cortometraje Remove lo tiene claro. Para evitar el control y la vigilancia, de empresas o de Gobiernos, rompe con la tecnología. Tira su móvil en un buzón de correos y desenchufa su ordenador. El resultado: desaparece del mapa. “La actitud del personaje es radical pero plantea una cuestión que siempre me ha preocupado como usuario: ¿hasta dónde habría que llegar en el supuesto de querer desconectar, de preservar la privacidad?”, pregunta el guionista y codirector Joan Llabata.
Los riesgos son múltiples, pero se pueden minimizar. “No creo que tengamos que borrarnos de Internet, aunque hay gente que lo hace cuando cambian las condiciones de privacidad”, afirma Eva Sanagustín, autora de Visibilidad. Cómo gestionar la reputación online. “La gente está tomando conciencia de la relevancia de su identidad en la Red, pero todavía no sabe cómo gestionar su privacidad”, opina la escritora. “Hay personas que suben fotos de sus hijos, de menores, o indican constantemente dónde están. Si supieran lo que se hace con esa información no la darían”, señala.
Un estudio de Microsoft, publicado en 2012 con datos de usuarios de EE UU, Canadá, Irlanda, Alemania y España, confirma que los internautas “podrían estar subestimando” el poder (positivo o negativo) de sus acciones online sobre su propia imagen. Por ejemplo, solo un 4% de los adultos encuestados considera que sus opiniones en Twitter son importantes en la formación de su identidad digital. La información que más influye es, de hecho, la que nosotros mismos compartimos deliberadamente, como fotos y comentarios publicados en una red social, subraya el informe. En este sentido, menos de la mitad de los entrevistados (44%) reconoció que pensaba detenidamente las consecuencias de sus actividades en Internet. Aun así, un 67% creía tener el control de sus perfiles en la Red.
Un experimento de la institución belga Safeinternetbanking.be —que promueve la banca online segura—reveló que muchos internautas desconocen, pese a su sensación de control, qué información han compartido en Internet. “El mes pasado te gastaste 300 euros en ropa”. “¿Sabes el número de tu cuenta bancaria? Yo sí. Es el…”. El mentalista Dave adivina estos y otros datos de sus interlocutores, que se muestran atónitos. “Poca gente sabe eso”, responde una joven. A cada acierto, mayor es la sorpresa. El ritual adivinatorio, grabado con cámara oculta y que ahora se puede ver en YouTube, termina con la revelación del truco de Dave. Toda esa información estaba en los perfiles de las redes sociales de las víctimas. La moraleja: un desalmado podría haber limpiado la cuenta bancaria de cualquiera de ellos.
Las alertas sobre las prácticas de riesgo en Internet saltan cuando los afectados por las posibles consecuencias son menores.
“Los adolescentes y jóvenes no tienen consciencia de hasta qué punto revelan cosas sobre sí mismos ni de las consecuencias que eso puede tener”, subraya Ángel Gutiérrez, experto en privacidad. Y, según Martínez, nada impide que se registren en redes sociales aunque tengan menos de 14 años, edad mínima que exige la ley. “No existe un identificador válido para saber que un menor es menor. Es un problema que la industria se tiene que comprometer a resolver”, incide. Esta carencia de control de la edad de los usuarios supone problemas también en términos de publicidad, dice el presidente de la Apep. “Le pueden llegar anuncios a un niño que en el horario infantil estarían prohibidos en la televisión”, explica.
A falta de ese identificador virtual de menores, la educación se alza como la herramienta más potente para que los jóvenes (y los mayores) sepan qué información pueden compartir y dónde es más seguro hacerlo. En este sentido, proliferan las guías, cursos y programas para que los niños 3.0 y sus padres analógicos, tengas las pautas para un uso seguro de Internet. Así, los riesgos asociados a la Red y a las nuevas tecnologías están entre los temas —junto con la violencia de género o las bandas juveniles— que la Policía Nacional imparte en los colegios en el marco del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad Escolar.
La falta de prudencia no es, sin embargo, exclusiva de los más jóvenes. En España, un 22% de los internautas adultos confiesa haber difundido por error datos privados —información personal, fotos familiares y el número de teléfono móvil (en ese orden)— , según el estudio de Microsoft. Un porcentaje muy similar al de filtraciones no intencionadas que reconocen los chavales entre 8 y 17 años (24%).
Los expertos apuntan que los internautas controlarán cada vez más su actividad online. Pero la identidad y la reputación online no solo depende de lo que difundimos, sino también de lo que otros dicen de nosotros. Del mismo modo que contribuimos a crear la reputación de los demás con nuestras opiniones. En este sentido, el responsable de PantallasAmigas, Jorge Flores, reclama que los proveedores sean más transparentes y protejan la privacidad de sus usuarios. “No es admisible que Facebook siga admitiendo las etiquetas en las fotos”, se queja. “Puedes hacer daño a otros, incluso sin pretenderlo, mostrando imágenes en una situación comprometida para ellos y que deseaban mantener en privado. Muchas veces lo que se sepa de uno depende de las configuraciones de otros”, lamenta.
Flores y el sociólogo de Rivera coinciden en señalar que las redes sociales están diseñadas para que compartas cuanta más información, mejor. Las describen como una suerte de laberintos de me gusta, invita a tal o cuál amigo, comenta una publicación o di lo que estás pensando, retuitea, marca una opinión como favorita o comparte este u otro artículo de la prensa. ¿Has viajado? Pues no te olvides de geolocalizarte y subir una foto. “Cuanto más tiempo pases y más te relaciones, más dices de ti y más publicidad pueden mostrarte”, apunta el responsable de PantallasAmigas.
Las redes tienen también sus ventajas. Así lo cree Eva Sanagustín. La escritora ve en ellas “oportunidades para conocer gente, para encontrar trabajo, para relacionarse”. La experta en reputación online cree, sin embargo, que es necesario cuidar la imagen que se da en ellas. El perfil digital se ha convertido en la nueva tarjeta de presentación. Una primera impresión 2.0. ¿Quién no se ha buscado a sí mismo, a su jefe o hermano en Internet?

"LOS FALSOS CRISTOS"


Caracas, 18 de marzo – Noticias24).- La esposa del venezolano, Losanger Arenas uno de los principales líderes de la secta Defensores de Cristo, desmantelada hace poco en México, concedió una entrevista al medio impreso Panorama, donde reveló detalles sobre su relación con él y de como hacia creer a sus miembros que su fundador, el español Ignacio González de Arriba, era el “Nuevo Jesuscristo”.
Via Skype, la periodista mexicana, habló con este medio venezolano sobre lo que describe como una “pesadilla”, y de la cual se considera una “sobreviviente”, pues a pesar de su preparación profesional, pagó con creces su extrema confianza e inocencia.
A continuación su testimonio de esta historia.
Conocí a Losanger por internet. Encontré un anuncio de trabajo online donde podías ganar dinero desde tu casa. Me llamó la atención uno sobre llamadas telefónicas. Era todo normal, pagaban las comisiones por venta. Él hacía lo mismo desde Caracas, en Venezuela, por eso nos conocimos. Con el tiempo se fue haciendo una amistad, de conversar por teléfono. Un día me dijo que fuéramos novios por internet, y bueno, a mí hasta me pareció como algo inocente y me dije, ‘si no me gusta apago la computadora y listo’. La empresa de telefonía estaba en España y por ventas nos habíamos ganado ir a un congreso con los gastos pagos.
Nos conocimos personalmente así, en 2005, y estando ya frente a frente me dijo que estaba enamoradísimo. Meses después él va a México a visitarme. Luego, renuncia a su trabajo y se queda en México tres meses más y me propone montar nuestro propio negocio de telefonía. Lo que yo no sabía era que él ya tenía establecida su escuela de bioprogramación, vía online, en Venezuela.
Él se veía un buen chico, éramos como cualquier pareja de novios. Se vino a México definitivamente y después de medio año fue que comenzamos a vivir como pareja.
“Él se veía un buen chico, éramos como cualquier pareja de novios”.
Lo de la telefonía solo fue al principio. Luego me habló sobre dictar cursos de bioprogramación. Yo lo veía como cursos de autoayuda, donde nunca se hablaba de religión. En dos años reunimos más de 3 mil personas en las ciudades más importantes de México, donde nos contrataban para ir a dar cursos. Llegó a hacer un negocio bien rentable. Pero cuando Ignacio, el creador de los cursos de bioprogramación (el español fundador de la secta), vio que había una infraestructura sólida nos dice en el 2009 que organizáramos una gira de dos meses, donde él daría cursos.
Mi esposo me dice que ya teníamos que vivir de acuerdo con nuestro estatus, que podíamos mudarnos a una casa más grande, que mi suegra, Belén Segovia, vendría a pasarse las navidades, y también uno de sus mejores amigos de enseñanza, llamado Tito (Mernissi).
En octubre de 2009 rentamos la casa. En diciembre llegan mi suegra y Tito. Ella me dice que se venía a vivir con nosotros, sorpresa para mí porque esas cosas se conversan en pareja primero. Empiezan a decirme que en realidad la bioprogramación es una misión.
Un año antes, Losanger y yo habíamos perdimos un bebé. Ya yo tenía 38 años. Nunca había podido ser mamá. Tú vives un engaño sistemático. No es que amaneces creyendo y ya. Él me decía que Ignacio nos ayudaría a ser padres porque tenía poderes de sanación.
Cuando me dicen que Ignacio es el Cristo reencarnado, y que su iglesia se llamaba Seguidores de Cristo, me dije: ¿qué es esto? Entonces le hablé por primera vez de divorcio.
Comenzaron las amenazas. Él todavía no tenía la residencia legal en México. Las acciones de la empresa estaban a mi nombre, porque las leyes de mi país no permiten que un extranjero tenga mayoría de acciones. Me decía, tú no me dejas hasta que yo tenga los papelitos y las acciones. Comenzó a decirme, mira, Torreón (ciudad mexicana donde vivían), se ha vuelto insegura, hay niños que se pierden a la salida del colegio, y entendí que hablaba del amor de mi vida, mi sobrino.
“Yo tenía que ver a mi marido teniendo relaciones con prostitutas en mi propia cama”
Las cuentas de banco pasaron a nombre de Losanger y lo hice porque quería salirme lo más rápido posible de esa situación. A principios de 2010 llega Ignacio a México y es cuando empiezan a venir personas de varios países, todos con 10 mil dólares en mano. Yo vi gente llegar con ese dinero en su maleta, gente que juntó su pensión como jubilada, que vendían su carro y hasta hipotecaban sus casas.
Ellos pedían 10 mil como inicial y te comprometías a pagarle 300 dólares semanales durante 5 años y a darle el 20% de todos tus ingresos de por vida. El curso costaba 130 mil dólares, pero podían dejarlo en 100 mil.
En noviembre de 2010 se van a la finca en Nuevo Laredo (lugar donde fue desmantelada la secta por las autoridades mexicanas en enero de 2013).
No tienen idea de la cantidad de dinero que entraba. Tenían obispos que seguían la formación por internet, y eran los encargados de recolectar las limosnas en Chile, México, Rusia, Alemania, Suiza, Paraguay, en tantos otros países.
Pasé de ser la dueña de mi negocio a ser la esclava, la sirvienta de esa secta.
En la última discusión que tuvimos, Losanger me dio una golpiza. Yo me había hecho una prueba de embarazo que había dado positivo. Ya no quería sufrir más. Un colaborador de la Red de Apoyo me ayudó a escapar. Estaba en la Cruz Roja recuperándome. Era octubre de 2010. Cuando me fui a Perú quería empezar mi vida desde cero.
Yo no había hablado de esto con nadie públicamente hasta enero de 2013 que desmantelaron la secta, que ya estaban en la cárcel. Myrna García (coordinadora de la Red de Apoyo para Víctimas de las Sectas, y mediadora para lograr los testimonios), me llenó de valor.
Fui a México y ratifiqué mis denuncias por maltrato que conocían las autoridades mexicanas por medio de la Red de Apoyo. En la secta se hacían prácticas de orgías, los líderes tenían relaciones con tres prostitutas por día. A las mujeres les hacían tener prácticas lésbicas aunque no lo fueran. Yo tenía que ver a mi marido teniendo relaciones con prostitutas en mi propia cama. Me obligaban solo a ver, pero en dos ocasiones me forzaron a participar.
Puedo testificar que Ignacio hacía que su hijo menor, de solo 11 años, viera pornografía. Su hijo y su hija de 9 años dormían en la misma cama. La niña lloraba y decía que ya no quería dormir en la misma cama con su hermano porque él le hacía cosas que no le gustaban.
También conocí el caso de Fernando, un jovencito indígena. Él llegó a la secta, en Torreón, diciendo que no tenía los 10 mil dólares de inicial. Losanger le dijo, si tú no tienes el dinero para pagar, anda y vende un riñón porque mi maestro te lo va a regenerar. El chamaco regresó después con el dinero en la mano vestido con una camisa manchada de sangre seca, yo me sentí espantosamente, y me dije, ¿qué hizo este niño? Semanas después lo corren de la formación porque hizo un comentario que contradijo las enseñanzas de los supuestos maestros.
No sabemos del paradero del Fernando, no sabemos si está vivo. Él trató de suicidarse. Se cortó las venas. Yo vi manchas de sangre en el piso, en las paredes, y una nota escrita a mano que me estremeció y que decía: Si Cristo me ha rechazado, no tiene sentido que siga viviendo. Le conté a Losanger y él solo me contestó: Si se mató no es mi problema.
En enero de 2011 llegué a Perú apoyada por amigos, aquí vivo al día, soy una sobreviviente.
Ésto le puede pasar a cualquiera. Yo tengo una profesión como comunicadora social, dos maestrías, experiencia en medios, profesora universitaria e igual caí. Te hacen dudar de tus creencias, ellos te saben manipular. Que la gente cuide a sus hijos, que vean qué páginas web visitan, porque hay quien cae hasta por pura curiosidad”.
Hoy Losanger Arenas está preso en México, mientras espera sentencia junto con 23 detenidos más.

miércoles, 13 de marzo de 2013

la iglesia y la muerte de Chávez...


Los venezolanos lloraron la muerte del presidente Hugo Chávez, pero ahora se enfrentan a un futuro incierto, por lo que la comunidad evangélica del país exhorta a los cristianos de todo el mundo a que oren por la nación venezolana.
Chávez, de 58 años, murió el 5 de marzo, después de luchar contra el cáncer. El líder se había desempeñado como presidente de Venezuela durante 14 años.
“El miércoles, decenas de personas llegaron a la calle [en Caracas] para ver la procesión funeral y mostrar su respeto por el líder caído”, dijo un obrero cristiano en Venezuela. “Los líderes de muchos países alrededor del mundo también se reunieron para el funeral el viernes”.
El país ha declarado siete días de luto por su presidente
El Consejo Evangélico de Venezuela, una organización venezolana de los evangélicos como la Convención Nacional Bautista de Venezuela, emitió un comunicado el martes en su página web y su página en Facebook, ofreciendo sus condolencias a la familia del presidente y a todos los venezolanos, también pidió a los cristianos que orarán por la paz y la unidad en su nación.
La declaración instó a los venezolanos a “evitar el odio, el lenguaje perjudicial y las actitudes de confrontación” en este tiempo de duelo nacional. La Consejo instó a “mirar a Dios como nuestro único dador de gracia y de verdad”.
Aludiendo a las divisiones y tensiones políticas que han afectado a Venezuela durante el gobierno de Chávez, la declaración alienta a los venezolanos a “vivir juntos en medio de las diferencias” y “mantener un corazón libre de malos sentimientos para que podamos ver la mano de Dios actuando en nuestro país”.
Citando varios versículos del Sermón del Monte (Mt 5-7), la declaración también desafió a los venezolanos a ser constructores de paz, “un país que construye la paz y rechaza la confrontación”.
Un obrero cristiano anónimo explicó: “Venezuela juega un papel fundamental para influir en los asuntos de América Latina y tiene una de las mayores reservas de petróleo que cualquier país en el mundo”.