jueves, 16 de febrero de 2012

MÁS ALLÁ DEL FRACASO (plantación de iglesias)


. MÁS ALLÁ DEL FRACASO

Si permitimos que los fracasos nos definan, éstos pueden arruinarnos; pero si manejamos adecuadamente el fracaso, puede ser lo mejor que nos suceda.
Por Mark Batterson
Durante más de una década he servido como pastor titular de National Community Church, una iglesia en Washington, D.C. Me agrada vivir en Capitol Hill. Pido a Dios el privilegio de pastorear una sola iglesia durante toda mi vida.
Pero he experimentado mi porción de desafíos, frustraciones, y fracasos.
Después de la graduación del instituto bíblico Central Bible College en Springfield, Missouri, asistí al seminario Trinity Evangelical Divinity School en Deerfield, Illinois. Mi sueño era establecer una iglesia en la zona de Chicago. Mi esposa y yo crecimos en Naperville, uno de los suburbios del oeste de Chicago. Me gusta el estilo de pizzas de Chicago. Y Michael Jordan todavía estaba jugando por los Chicago Bulls. ¿Por qué habría de querer estar en otro lugar? Así que formamos un núcleo, abrimos una cuenta bancaria, y elegimos un nombre para la iglesia. Aun delineé un plan de veinticinco años. Pero el grupo que formaba nuestro núcleo implosionó antes que pudiéramos celebrar nuestra primera reunión.
Todavía tengo preguntas sin respuesta acerca de esa primera fundación de iglesia. ¿Fuimos acaso llamados a fundar esa iglesia? ¿O Dios planificó el fracaso? ¿Estábamos fuera de tiempo? ¿O mi ineptitud o inexperiencia causaron el fracaso? Salí de esta experiencia con una definida convicción: a veces nuestros planes tienen que fracasar para que los planes de Dios tengan éxito.
Ese intento fallido de fundación de iglesia califica como una de las épocas más vergonzosas y desilusionadoras de mi vida. Yo no tenía idea de dónde ir o qué hacer. Y estaba en miserable condición emocional y espiritual.
Si permitimos que nuestros fracasos nos definan, pueden arruinarnos; pero si manejamos apropiadamente el fracaso, aprendemos lecciones muy valiosas. Estamos entonces menos propensos a aceptar el crédito, o a dar por sentados los éxitos posteriores. Descubrimos que aunque caigamos de plano, Dios está presente para levantarnos. El fracaso nos abre otras opciones.
Cuando murió el sueño de fundar una iglesia en Chicago, yo estaba dispuesto a ir a cualquier parte. Así, después de varios meses de orar y de buscar dirección de Dios, se abrió una puerta en Washington D.C. No teníamos vivienda ni garantía de un sueldo; pero por fe empacamos nuestras pertenencias y nos mudamos.
Estudio de Vineyard acerca del fracaso o progreso en la fundación de iglesias
Todd Hunter dirigió un significativo estudio mientras era director de fundación de iglesias en su denominación. A pesar del tiempo transcurrido, todavía son relevantes varios de sus significativos descubrimientos hechos en su estudio para las Iglesias de la Viña[Association of Vinyard Churches Church Pathology Report], en diciembre de 1986.
Hunter dividió su informe en dos categorías principales: “Informes de autopsias”, de iglesias que habían fracasado, e “Informes de iglesias exitosas”. Emplazamientos clave de asuntos que contribuyen grandemente al fracaso de la fundación de iglesias incluyen:
• La incapacidad del fundador para reclutar, movilizar, y nutrir a los obreros y líderes,
• La incapacidad del fundador para planificar con eficacia,
• La ineficacia del fundador para reunir nueva gente, y
• La ineficaz metodología de evangelismo del fundador.
Hunter concluyó que los fundadores de iglesias podrían corregir estos asuntos con instrucción y con experiencia en crecimiento de iglesias.
Hunter llegó a descubrir que la disposición del pastor fundador constituye la gran diferencia.
Los pastores que más luchan son pastorales más que emprendedores y carecen de habilidades de liderazgo. Los fundadores de iglesias de poco éxito están predispuestos a un acercamiento más pasivo al ministerio, que se enfoca en nutrir a los que vienen naturalmente a ellos antes que buscar agresivamente penetrar en la comunidad y reunir a los que podrían ser líderes para el Reino. Prefieren nutrir las relaciones existentes antes que reclutar, evangelizar, planificar, o hacer una investigación de su comunidad.
FACTORES DE PROGRESO
Por otra parte, de acuerdo a la investigación de la Vinyard, las iglesias que prosperan son dirigidas por pastores que trabajan duro, que tienen planes bien pensados, que tienen su enfoque en reunir nueva gente, y que pueden trabajar creativamente y resolver problemas. Estos pastores se empeñan en el evangelismo agresivo y el optimismo y la fe alimentan su pasión. Adicionalmente, estos fundadores tienen buenas habilidades sociales y asumen responsabilidad por el crecimiento de la iglesia, mientras imparten el valor de la iglesia a los miembros de su congregación.
Finalmente, Hunter descubrió también varios factores de progreso relacionados con las nuevas congregaciones. Las perspectivas de sobrevivencia en una iglesia disminuyen si en la etapa temprana la iglesia atrae a muchos cristianos nominales o a aquellos que vienen heridos, que no están dispuestos a cambiar y crecer o que son incapaces de hacerlo (es decir, los que van de iglesia en iglesia, los líderes que están agotados espiritualmente, los crónicamente heridos, etc.). También, puede reducir la salud y la sobrevivencia de la iglesia si los miembros iniciales no están dispuestos a buscar activamente a aquellos que son diferentes de ellos y a darles la bienvenida. La gente que no llega a acostumbrarse en la congregación y que se va porque nada de interés los retiene presentan un problema que hiere a las nuevas iglesias como también a las ya establecidas.
ED STETZER, de Alpharetta, Georgia, es fisiólogo y director del Centro de Investigaciones Misioneras en la Directiva de Misiones de Norte América, de la Convención Bautista del Sur. (Tomado con permiso de “Improving the Health and Survivability of New Churches”, Leadership Network.)
REUNIONES EN UN TEATRO
El primer fin de semana de enero de 1996, una tormenta de nieve barrió la Costa Este dejando nieve en cantidades impresionantes en la ciudad capital. Ese fue mi primer fin de semana como pastor de la National Community Church. Solo tres personas asistieron al servicio: mi esposa, mi hijo, y yo. Lo positivo es que tuvimos un crecimiento de 663 por ciento en una semana, cuando diecinueve personas asistieron el próximo domingo.
Rompimos varios axiomas sobre fundación de iglesias. Me dijeron que si uno no alcanza a cien personas en su primer año, o doscientas en el segundo año, nunca logrará romper esas barreras. Nuestro promedio de asistencia en el primer año fue de aproximadamente treinta y cinco personas. Con frecuencia comenzábamos los servicios con seis u ocho personas de asistencia. Yo cerraba los ojos durante la adoración porque era deprimente si los abría. Pero no perdía el sentido de destino. Yo sabía que Dios nos había llamado, y estaba seguro de que algo bueno ocurriría. Pero no sabía que la buena cosa sería algo que yo percibía como malo.
En el otoño de 1996, cerraron la escuela pública donde nos habíamos estado reuniendo a causa de infracción a la ley de incendios. La National Community Church pudo fácilmente haber llegado a ser un fracaso en fundación de iglesias. Comenzamos a buscar opciones de lugar para reunirnos. Cada puerta estaba cerrada, excepto una: los salones de cine en la Union Station [Estación La Unión].
En retrospectiva, es difícil imaginar una cabeza de playa espiritual más estratégica que la Union Station. Veinticinco millones de personas pasan cada año por esa estación de trenes, constituyéndola en el destino más visitado en Washington D.C. Tenemos nueve teatros, cuarenta patios de comida, y una playa de estacionamiento. Hasta tenemos nuestro propio sistema de ferrocarril subterráneo que deja y toma gente frente a nuestra puerta. Si Dios no hubiese cerrado la puerta de la escuela pública, no hubiésemos estado buscando una puerta abierta en el teatro.
Debo mencionar una nota histórica. El día en que firmé el contrato de alquiler por el cine en la Union Station, compré un libro acerca de esta gran estación ferroviaria (Union Station: A History of Washington’s Grand Terminal). Deseaba saber la historia acerca de la Estación. El 28 de febrero de 1903 el presidente Teodoro Roosevelt firmó el Decreto del Congreso que permitía la creación de la Union Station. El decreto establecía: “Un acto del Congreso para crear una Estación La Unión, y para otros propósitos.”
Roosevelt pensó que estaba construyendo una estación de trenes, pero Dios sabía que años más tarde esta estación ferroviaria estaría sirviendo sus propósitos por medio del ministerio de nuestra iglesia.
EN MEDIO DE LA PLAZA DEL MERCADO
Me inicie en la fundación de esta iglesia con la mentalidad tradicional: hacer los cultos en lugares alquilados hasta que uno pueda comprar o construir un edificio para iglesia. Pero experimenté un cambio paradigmático. Comprendí que pasaría mucho tiempo antes de que pudiéramos siquiera pensar en comprar o construir. Las propiedades costaban diez millones el acre. Y me vino a la cabeza este pensamiento: ¿Por qué habría de construir un edificio para iglesia cuando tenemos un auditorio completo, con pantallas, sillas cómodas, y sistema de sonido ambiental? Además, ¿cuántas iglesias tienen un patio de comidas, un gran lugar para estacionar vehículos, y un sistema de trenes subterráneos? Tener la iglesia en la plaza del mercado llegó a ser parte de nuestro ADN espiritual.
Yo caminaba rumbo a casa desde la Union Station y tuve una visión en la esquina de las calles Quinta y F, en el NE. No hubo coros angelicales ni graffiti sobre la acera; pero en el ojo de mi mente pude ver un mapa del Metro, el sistema de trenes subterráneos. Tuve la visión de reuniones de nuestra iglesia en teatros en las paradas del Metro por toda la zona de Washington D.C.
Con el tiempo iniciamos reuniones en nuestra segunda ubicación, en un teatro en el Centro Comercial Ballston en Arlington, Virginia. Desde entonces hemos abierto otros dos lugares de culto en teatros: en Georgetown (Washington D.C.) y Alexandria, Virginia.
Juntamente con nuestras cuatro ubicaciones en teatros, nuestra iglesia también posee y maneja la mayor cafetería en Capitol Hill. En 2008, Ebenezer fue considerada la mejor cafetería en la zona del Metro de Washington D.C. por laAOL CityGuide.
La pasión era sencilla: crear un lugar donde la iglesia y la comunidad cruzaran sus caminos. Jesús no sólo fue a la sinagoga; Él estuvo en los pozos. Los pozos no eran solamente un lugar de donde extraer agua. En la cultura de la antigüedad los pozos eran lugares de reunión. Las cafeterías son los pozos de la postmodernidad.
No sólo tenemos contacto con centenares de clientes diariamente; también tenemos dos servicios nocturnos los sábados en salones adyacentes. Todas las ganancias de la cafetería van a misiones.
CINCO LECCIONES
He aquí lecciones que aprendí en la jornada de fundación de iglesias.
1. AMPLÍE SU PERSPECTIVA
Si usted tiene una perspectiva de corta distancia, vivirá en perpetuo desaliento. Cuando me siento desalentado, es porque he enfocado mi atención en algo que me hace sentir frustrado. Necesito ampliar mi panorama y mirar el cuadro general. Necesito recordarme que hace dos mil años Jesús murió en la cruz por mis pecados, y también necesito traer a mi mente el futuro que tengo. Eso me ayuda a recalibrarme espiritualmente. ¿Por qué me empeño en lo que estoy haciendo? Necesito volver a conectarme con el llamamiento inicial que Dios colocó en mi vida, y necesito recordar que mi compromiso es de larga duración.
El crecimiento requiere de tiempo. Dios no le bendecirá más allá de la capacidad que usted tenga de manejar las cosas. A Él le interesa menos lo que usted está haciendo y más lo que usted está llegando a ser. Mientras más tiempo tenga usted que esperar, mayor será el aprecio que experimente. Nuestra cafetería, por ejemplo, es el subproducto de ocho años de oración, planificación, y construcción.
El crecimiento de la iglesia no es lo primordial, sino el crecimiento personal de usted. Si está creciendo personalmente, la iglesia que dirige crecerá en forma corporativa.
He aquí una ironía del crecimiento de la iglesia. Los domingos que predico de forma explosiva y pienso que cada visitante llegará a ser miembro de la iglesia esa semana, nadie vuelve. Luego, el próximo domingo predico un mensaje que me decepciona y me siento con ánimo de enviar un correo electrónico de queja a mí mismo. Entonces la gente se salva y todas las visitas vuelven.
2. COMETA ERRORES
Todo fundador de iglesias lucha con el temor de fracasar. La cura para eso no es el buen éxito. La cura es fracasar en pequeñas dosis, casi como las inyecciones contra la alergia, para que usted desarrolle inmunidad.
El fracaso tiene un efecto de liberación. Usted se da cuenta de que Dios está allí para levantarlo y sacudirle el polvo. Y eso lo mantiene humilde.
Un valor esencial de la National Community Church es este: todo es un experimento. Si el reino de Dios tuviera departamentos, nosotros trabajaríamos en el de Investigación y Desarrollo. Me siento impulsado por una firme convicción: hay maneras de conducir la iglesia en las que nadie ha pensado todavía. Pero eso significa que necesito cometer algunos errores. Debo llegar al punto en que me sienta más temeroso de perder oportunidades que de cometer errores.
No tengo problemas con que el personal cometa errores; pero no quiero que cometan los mismos errores una y otra vez. Los errores significan que usted está probando nuevas cosas, y esa es la manera de seguir creciendo como líder.
3. DEJE DE COMPARARSE CON OTROS
Soy competitivo. No me gusta perder un juego de salón con mis niños. Pero le he pedido a Dios que santifique mi ánimo competitivo y que lo use para sus propósitos. Con mucha frecuencia nos comparamos con otros pastores y consideramos a otras iglesias como la competencia.
Los líderes saludables tienen la mente puesta en el Reino. Yo no tengo que ser todas las cosas a toda la gente, porque no somos la única iglesia en la ciudad. Se necesitan toda clase de iglesias porque hay toda clase de personas. Celebremos nuestras diferencias siempre y cuando estemos predicando el evangelio.
Usted se puede comparar con alguien que no es tan dotado como usted, y eso resultará en orgullo, o puede compararse con alguien que es más dotado que usted y eso resultará en celos. En cualquier manera, usted pierde.
Parte del desafío del liderazgo consiste en descubrir lo que usted es. La otra cara de la moneda es descubrir lo que no es. Luego usted se rodea de personas que pueden compensar sus deficiencias. Tempranamente en el ministerio su nivel de capacidad determinará su influencia; pero con el tiempo sus capacidades tendrán menos que ver con su influencia. Su influencia estará determinada por las capacidades de las personas que trabajan con usted. Por eso, el desarrollo del liderazgo y la contratación de personal son capacidades sumamente importantes.
Si usted no tiene una visión claramente definida, tratará de ser todo a todos. Muchos pastores son contorsionistas. Tratamos de satisfacer todos los caprichos y deseos de todo aquel que pase por nuestra puerta.
Hace años memoricé algo que dijo Abraham Lincoln y que ha llegado a ser como una mantra de liderazgo: “Usted puede complacer a toda la gente en ciertas ocasiones, a algunas personas en todo tiempo, pero no puede complacer a todos en todo tiempo.”
4. SIGA APRENDIENDO
Un estudiante que hacía prácticas en la iglesia me preguntó: “¿Cuál es la clave para prosperar en el ministerio?”.
Le respondí: “Sigue aprendiendo.”
Los líderes son aprendices. Parte de lo que los impulsa es una santa curiosidad, y son suficientemente humildes como para admitir su falta de conocimiento.
Uno de mis temores es llegar a ser un sistema cerrado. Uno deja de llevar a cabo el ministerio en base a imaginación y comienza a hacerlo de memoria. Usted deja de crear el futuro y comienza a repetir el pasado. Deja de guiar y comienza a manejar.
Dos cosas me han ayudado a permanecer como un sistema abierto. Primero, los libros me proporcionan nuevos impulsos; también trato de hacer tanto reconocimiento como me es posible. Asisto a conferencias y visito otras iglesias para obtener ideas nuevas. Eso me ayuda a mantener una perspectiva saludable respecto de nuestra iglesia.
5. DISFRUTE EL VIAJE
Cuando me entrevistaron para obtener credenciales, un pastor del comité de credenciales me preguntó: “Si tuviera que describirse en una palabra, ¿cuál sería?”
Yo dije: “Motivado”. En ese momento pensé que era una gran respuesta. Ahora no estoy tan seguro.
Mi meta como fundador de iglesias era ser pastor de mil personas antes de cumplir los treinta años. No hay nada de malo con fijar metas numéricas en el servicio a Dios si el motivo es correcto. El tamaño de nuestros sueños es un muy buen barómetro de madurez espiritual. Pero el problema con esa meta en particular es que yo estaba más preocupado de los números que de la gente. Nosotros plantamos y regamos; Dios es quien da el crecimiento (1 Corintios 3:7).
Estoy tan orientado hacia el futuro que con frecuencia dejo de apreciar la senda. Pero el Señor puso muy tempranamente en mí esta impresión: Sé el mejor pastor que puedas ser, aquí y ahora. Esto es como ser padre. Usted debe disfrutar cada edad y cada etapa de sus hijos. El ministerio es difícil. Pero nunca debemos olvidar el impresionante privilegio de ser parte del plan redentor de Dios para el planeta tierra. Los sacrificios que hacemos pagarán eternos dividendos.

Mark Batterson es pastor de National Community Church (Asambleas de Dios) en Washington, DC

lunes, 13 de febrero de 2012

CÓMO PREPARAR PARA EL ÉXITO A LOS FUNDADORES DE IGLESIAS



Por Ed Stetzer
Me conmueven los primeros minutos de la películaRescatando al soldado Ryan. Los norteamericanos han desembarcado en la playa. El capitán Miller (Tom Hanks) ve una oportunidad de que los hombres encuentren protección en el otro lado. Él dice: “Esa es la ruta.” De inmediato envía seis hombres a través de la trinchera y mueren bajo el fuego enemigo.
El sargento, que tiene más experiencia, advierte a Miller con una mirada severa: “Eso es un tiro al blanco.”
Miller/Hanks responde: “Esa es la ruta.” Da la orden a otro grupo de seis: “Vayan.” Ellos obedecen, y también encuentran la muerte.
Miller se vuelve a los próximos seis y les dice: “Esta es la única salida… Ustedes son los próximos.” El tercer grupo de seis también pierde soldados, pero finalmente atravesaron las líneas alemanas. Es difícil de ver. Muchas personas cierran los ojos porque no soportan las duras realidades del combate.
Así era la fundación de iglesias cuando comencé en la labor a fines de los ochenta. Los fundadores y sus equipos, sin estar preparados para los retos, se apresuraron a los campos de cosecha y éstos pronto se convirtieron en campos de muerte. Estaban emocionados por la tarea, pero no estaban listos para afrontar las realidades.
Cuando llegué a Buffalo, Nueva York, para fundar mi primera iglesia, fuimos ocho los que comenzamos con gran entusiasmo. Ahora, veinte años después, sólo permanece una de nuestras iglesias. Cuatro pastores ya no están en el ministerio; tres renunciaron a su matrimonio y también a la fe.

Supervivencia y salud de la fundación de iglesias

Muchos han repetido la mítica idea de que la mayoría de las nuevas iglesias fracasan en los primeros dos años. En realidad, es todo lo contrario. En un proyecto de estudio realizado por la Leadership Network, la Junta de Misiones de Norteamérica (JMN) revisó muchísimos estudios acerca de la salud, la supervivencia, y los procesos de la fundación de iglesias para descubrir lo que fortalece y hace más eficiente este proceso. En este estudio se consideraron la fundación de iglesias y las redes de trabajo de doce denominaciones.Leadership Network participó en ese estudio de más de mil iglesias. La JMN descubrió que sesenta y ocho por ciento de las iglesias que se han fundado todavía existen cuatro años después de su inauguración. El gráfico a continuación muestra la supervivencia por año.
Descubrimiento: 68% de las nuevas iglesias siguen adelante después de cuatro años
Factores que influyen en la supervivencia
Un antiguo principio afirma que las iglesias deben ser autosuficientes para tener una supervivencia a largo plazo. Aunque treinta por ciento de las iglesias que se estudiaron alcanzaron la autosuficiencia en el primer año, treinta por ciento no tenían sostenimiento propio en el quinto año.
En el estudio de la Junta de Misiones de Norteamérica, se probaron más de cien factores de importancia estadística con relación a la supervivencia. Sólo algunos factores indicaron una relación estadísticamente significativa de supervivencia. Es interesante notar que la posibilidad de supervivencia aumenta más de cuatrocientos por ciento cuando el fundador de iglesias tiene una comprensión “realista” y una expectativa de la experiencia de fundar iglesias. Por otra parte, el evangelismo de casa en casa disminuye las probabilidades de supervivencia en un cincuenta y nueve por ciento.
Las probabilidades de supervivencia de una nueva iglesia aumentan en un doscientos cincuenta por ciento cuando se ofrece adiestramiento y preparación de líderes. Además, la supervivencia aumenta ciento setenta y ocho por ciento cuando hay un proactivo plan de desarrollo de mayordomía en la fundación de la iglesia.
El pastor fundador
En las últimas dos décadas casi todos los líderes de fundaciones de iglesias han llegado a creer que el factor más importante para el éxito es el fundador o los fundadores de iglesias. La investigación deLeadership Network y otros confirman tal creencia. La supervivencia es significativamente más alta cuando el fundador de iglesias se compromete en los sistemas de apoyo que ofrecen las denominaciones, las redes de trabajo, y las iglesias fundadoras. Antes de los años noventa la mayoría de los grupos fundadores de iglesias tenían poco interés en las habilidades de los fundadores de iglesias, en su adiestramiento, o en su conexión con redes de apoyo. Ningún libro acerca del establecimiento de iglesias que se escribió antes de 1990 refería tales asuntos. Pero hoy el tema de los sistemas es un asunto fundamental para las organizaciones que fundan iglesias. Cada grupo encuestado afirma que un sistema de apoyo bien diseñado para los fundadores aumenta la probabilidad de supervivencia de la iglesia. Algunos grupos informan que su índice de supervivencia se ha duplicado desde que introdujeron importantes sistemas como la evaluación, el adiestramiento, y la consultoría.
El estudio de la JMN también enfoca el valor de los grupos de compañerismo. La probabilidad de supervivencia aumenta ciento treinta y cinco por ciento cuando el fundador de una iglesia se reúne con un grupo de compañeros que realizan la misma labor.
ED STETZER, Alpharetta, Georgia, es misiólogo y director del Centro de Investigaciones Misioneras en la Junta de Misiones de Norteamérica, de la Convención Bautista del Sur. De “Improving the Health and Survivability of New Churches”, [Cómo mejorar la salud y la supervivencia de las nuevas iglesias]”, Leadership Network. Copiado con permiso.
Mi interés en desarrollar formas de cambiar algunas de estas brutales realidades comenzó en una conversación en San Louis, Missouri. Mi denominación quería detener la carnicería, de modo que reunieron al grupo de líderes de fundadores de iglesias y preguntaron: ¿qué sistemas podemos poner en marcha para detener esta tendencia? Yo había decidido que quería ser parte de la solución. Más tarde escribí mi tesis para el doctorado enfocada en cómo los sistemas de apoyo a los fundadores de iglesias influyen en el establecimiento de las iglesias.
En los últimos veinte años se han producido cambios radicales en los métodos para establecer iglesias. El índice de éxito ha aumentado. Un estudio del 2007 de la Junta de Misiones de Norteamérica acerca de los índices de supervivencia de las iglesias multidenominacionales que se han establecido muestra que 99% de las iglesias que hoy se establecen sobreviven su primer año, 92% sobrevive su segundo año, 81% sobrevive su tercer año, y 78% sobrevive su cuarto. 1 Estas son estadísticas alentadoras, sobre todo a la luz de los desalentadores informes de que “ochenta por ciento de las iglesias que se establecen fracasan en su primer año”.2
Hay muchas cosas que han mejorado y en gran medida se debe a la aparición y el desarrollo de los sistemas para establecer iglesias. Este artículo examinará estos sistemas, sus componentes, y su efecto en la fundación de iglesias. Enfocaré el tema desde tres perspectivas: quién los usa, cuán eficaces son, y qué hemos aprendido de ellos.

SISTEMAS PARA FUNDAR IGLESIAS

Los sistemas para fundar iglesias típicamente consisten en evaluación, adiestramiento práctico (por lo general en un campamento u otro adiestramiento intensivo), tutoría/adiestramiento/supervisión, y redes de fundadores de iglesias. Estos trabajan unidos para dar dirección, estímulo, y responsabilidad mutua a los fundadores de iglesias. Este apoyo aumenta la probabilidad de buen éxito. Los fundadores de iglesias que participan en los sistemas de establecimiento de iglesias generalmente dirigen congregaciones de más rápido crecimiento y que alcanzan a más personas.3 La razón es sencilla: cada componente del sistema para establecer iglesias está proyectado para apoyar a los fundadores en una zona de mayor necesidad.

EVALUACIONES DE COMPORTAMIENTO

La mayoría de los fundadores de iglesias comienzan con una evaluación. Una evaluación estima el potencial en los “fundadores” y considera los importantes elementos necesarios en el establecimiento de una nueva iglesia. Ayuda a los fundadores a saber si tienen los dones y el llamado para fundar una iglesia.
La mayoría de las evaluaciones de comportamiento miden trece cualidades clave que identifica el doctor Charles Ridley, de la Universidad de Indiana: capacidad visionaria, motivación intrínseca, sentido de propiedad del ministerio, relación con los que no se congregan, cooperación del cónyuge, eficaz establecimiento de relaciones, compromiso con el crecimiento de la iglesia, sensibilidad con la comunidad, uso de los dones de los demás, flexibilidad y adaptabilidad, cohesión de los grupos, capacidad de recuperación, y ejercicio de la fe.
Las entrevistas de evaluación ayudan a los candidatos a comprender si tienen o no el potencial para convertirse en fundador de iglesias. Confirman a quienes tienen dones y llamado para fundar iglesias y muestran con claridad a quienes no los tienen. La evaluación no hace más eficiente al fundador; mas bien ayuda a eliminar a los fundadores de iglesias potencialmente ineficientes. Por tanto, así mejora la eficiencia de cualquier esfuerzo colectivo para fundar iglesias.
La mayoría de las denominaciones, las iglesias, y las redes que envían obreros usan alguna variante de la Evaluación de Comportamiento de Ridley. Las Asambleas de Dios informa: “Usamos las entrevistas de la Evaluación de Comportamiento de Ridley, además de pruebas de personalidad y típicos procesos de entrevistas.” 5 En un estudio reciente que incluía ciento nueve líderes de cuarenta denominaciones, más de dos tercios posee un sistema formalizado de evaluación de fundadores de iglesias. Igualmente las redes de fundación iglesias como Vision USA, Church Planting Network, y Acts 29 [Visión USA, Red de Fundación de Iglesias, y Hechos 29] son a menudo más selectivas que las mismas denominaciones, y aceptan sólo veinte por ciento de los que se presentan para el trabajo. La evaluación se ha convertido en un elemento fundamental para la mayoría de los grupos de establecimiento de iglesias.
Casi todos los líderes que establecen iglesias creen que la evaluación es esencial, considerando los resultados que ha mostrado los últimos veinte años. En 2003, estudié a centenares de fundadores de iglesias y descubrí que los fundadores que fueron evaluados superaban significativamente en rendimiento a quienes no fueron evaluados. Los fundadores de iglesias evaluados dirigían congregaciones cuya asistencia los primeros cuatro años fue por lo menos veinte por ciento mayor que la de los fundadores que no fueron evaluados.8 En el tercer año, las iglesias dirigidas por fundadores evaluados eran veintisiete por ciento más grande que las otras.9
La evaluación es también un poderoso indicador de la eficacia evangelística. Durante el cuarto año, los fundadores de iglesias evaluados promediaron unas veinticinco conversiones cada año, mientras que los fundadores de iglesias no evaluados promediaron doce.10 De modo que los que son evaluados alcanzan más del doble de las conversiones. Y muchos que no fueron evaluados no habrían pasado satisfactoriamente una Evaluación de Comportamiento de Ridley. Si no se incluyera a estos candidatos en el grupo, las estadísticas parecerían exageradas. Si hiciéramos un seguimiento de este mismo fenómeno con los fundadores de iglesias que aprueban y los que no aprueban la entrevista de evaluación, los resultados serían sin duda más reveladores. La evaluación afecta la integridad del esfuerzo para fundar iglesias porque elimina a los candidatos incompatibles y asegura que en el proceso se apoye a los candidatos más firmes.
La evaluación es sin duda uno de los más importantes avances de los últimos veinte años. Para aquellos que buscan facilitar el movimiento fundador de iglesias, sería insensato pasar por alto algunos procesos de evaluación formalizados en la fundación de iglesias. Cualquier denominación, red de trabajo, o iglesia que trata de fundar iglesias eficaces y exitosas debe tener algún mecanismo de evaluación para los candidatos a fundador de iglesias. La falta de tal mecanismo hará que tengamos iglesias más débiles y un mayor desgaste.
Por último, no sería prudente que cualquier persona que quiera fundar una iglesia prescindiera de una evaluación de comportamiento. Una evaluación del fundador de iglesias es un buen esfuerzo porque ratifica al fundador que tiene don y llamado, y evita sufrimientos, fracasos, y vergüenzas a quien no los tiene.

CAMPAMENTOS DE ADIESTRAMIENTO

El adiestramiento intensivo del fundador de iglesias y las sesiones de estrategia, que también se conoce como campamento de adiestramiento o adiestramiento fundamental, es otro elemento clave de los sistemas para fundar iglesias. El campamento de adiestramiento provee instrucción práctica a los fundadores que se preparan para entrar a una comunidad. Por lo tanto, se puede desarrollar una elevada disposición al aprendizaje porque los fundadores pueden prever los retos que afrontarán.
La mayoría de los campamentos de adiestramiento duran de tres a cinco días, y otros duran casi dos semanas. Este campamento guía paso a paso al fundador en el comienzo de una nueva iglesia con un énfasis en la aplicación contextual a su comunidad. Tal adiestramiento tiene como propósito ayudar a los fundadores a considerar todos los aspectos que intervienen en el comienzo de una iglesia. Por lo tanto, la mayoría de los campamentos de adiestramiento no están dirigidos a los que tienen interés de fundar una iglesia, sino a quienes ya lo están haciendo.
Los campamentos de adiestramiento tienen como fin que el fundador identifique las debilidades en su estrategia y haga ajustes. El fundador se beneficia porque puede desarrollar estrategias y recurrir a experimentados “fundadores”, como el supervisor de campo o su consejero. La presencia de un consejero significa una mayor responsabilidad durante la fundación de la iglesia y en las demás etapas del trabajo. Esos expertos son responsables de hacer preguntas difíciles para ayudar al fundador a definir su visión y enfoque. Los fundadores dejan un campamento de adiestramiento con una estrategia amplia, contextualizada, y más clara.
Los campamentos de adiestramiento se han extendido y son fácilmente el componente más utilizado en los sistemas de fundación de iglesias. Una encuesta de más de trescientos fundadores de iglesias en una denominación reveló que sesenta y seis por ciento de los entrevistados había asistido a un campamento de adiestramiento.11 Así también, la mayoría de las denominaciones u organizaciones fundadoras de iglesias cuentan con sistemas de adiestramiento extensivos para fundadores de iglesias. Durante el estudio del 2007 que dirigí para Leadership Network, en que participaron cuarenta denominaciones, hallamos que sesenta y cinco por ciento de ellas tenían sistemas de adiestramiento específico para los fundadores de iglesias.12 Además, cincuenta y un por ciento de los líderes denominacionales fundadores de iglesias estuvieron de acuerdo con la afirmación: “Contamos con una estrategia definida para adiestrar a fundadores de iglesias.” Sólo catorce por ciento no estuvo de acuerdo con la declaración.13 Además, cuarenta por ciento de estas denominaciones provee recursos de adiestramiento en Internet y trece por ciento provee experiencia práctica.
Las denominaciones están tomando la fundación de iglesias y el adiestramiento para este fin con mucha más seriedad que hace veinte años. En realidad, muchas denominaciones y redes de fundación de iglesias ahora requieren que los fundadores asistan a campamentos de adiestramiento u otro adiestramiento antes de recibir cualquier ayuda económica. Los líderes de establecimiento de iglesias ahora entienden la necesidad de que los fundadores reciban adiestramiento práctico y hacen todo lo posible para facilitar este componente de los sistemas de fundación de iglesias.
Los campamentos de adiestramiento son tal vez el componente más adoptado de los sistemas de establecimiento de iglesias, y por buenas razones. Los fundadores que participan en campamentos de adiestramiento son más eficaces en su trabajo que quienes no participan. En un estudio denominacional, aquellos que no participaron en un campamento de adiestramiento, el primer año dirigían iglesias que eran veintitrés por ciento más grandes que las de aquellos que sí participaron en un campamento de adiestramiento. Sin embargo, los que participaron en un campamento de adiestramiento estaban dirigiendo iglesias que eran treinta por ciento más grandes en el tercer año y veintisiete por ciento más grandes en el cuarto año. Esta estadística subraya la eficacia de los campamentos y del adiestramiento fundamental.
Los líderes fundadores de iglesias han aprendido cuán importante es el adiestramiento práctico para fundar iglesias. Ahora sabemos que los campamentos de adiestramiento y otras diversas herramientas ayudan a los fundadores a establecer iglesias más grandes y más eficientes. Las denominaciones y redes de trabajo invierten mucho tiempo, energía, y recursos en adiestrar a quienes comienzan la próxima generación de iglesias. Esa inversión está pagando dividendos, y a los campamentos de adiestramiento se debe el índice de supervivencia más elevado en las iglesias que hoy se establecen. El adiestramiento práctico es esencial para cualquier empresa misionera que quiera enviar fundadores de iglesias preparados y bien equipados.
Los fundadores también deben reconocer los beneficios que el adiestramiento práctico puede proveer. Hace veinte años no había mucho material para la fundación de iglesias. Conozco algunos libros, pero no estoy informado de la existencia de mecanismos específicos de adiestramiento. La mayoría de los fundadores de iglesias hicieron su mejor esfuerzo con lo que tenían. No debe sorprendernos que los índices de supervivencia de las iglesias que se fundaron fueran bajos y que muchos fundadores sufrieran junto con su debilitada congregación. Los recursos de adiestramiento ahora están a disposición de cualquier persona que quiera fundar una iglesia. Sin embargo, casi un tercio de los fundadores de iglesias no aprovechan esa beneficiosa experiencia. La falta de planificación generalmente es un riesgo innecesario basado en una necesidad mitológica de seguir adelante. Las estadísticas muestran que probablemente esos fundadores sufrirán innecesariamente.
A todos los fundadores de iglesias se les debe encarecer, o más bien exigir, que participen en un campamento de adiestramiento o en algún proceso de preparación con las herramientas adecuadas. Felizmente la mayoría de las denominaciones, las redes de fundación de iglesias, y las iglesias que se han fundado están de acuerdo y exigen a sus fundadores que se sometan al adiestramiento práctico para el establecimiento de iglesias.

CONSEJEROS (SUPERVISORES)

Los consejeros o mentores, supervisores, e instructores han demostrado cuan inapreciables son para los fundadores y para los sistemas de fundación de iglesias. Estas tres funciones generalmente se cumplen de manera independiente. Los consejeros enfocan el desarrollo espiritual del fundador de iglesias. Los instructores se concentran en la estrategia y el desarrollo de la fundación de la iglesia. Los supervisores se centran en la responsabilidad recíproca del fundador de iglesias. Las tres funciones son importantes y normalmente ocurren de manera simultánea en el proceso de consejería o incluso con solo un consejero/instructor/supervisor. Además, no es raro, e incluso se aconseja, que los fundadores de iglesias se reúnan aparte con un consejero, un instructor, y un supervisor. No hay regla establecida respecto a la frecuencia de tales reuniones. Algunos se reúnen cada semana, otros una vez al mes, y otros con menos frecuencia. Los fundadores de iglesias se benefician de estas reuniones no sólo por su frecuencia sino porque también tienen regularmente comunicación con fundadores adiestrados y experimentados durante su propia experiencia en el establecimiento de iglesias.
El establecimiento de iglesias es una experiencia en extremo solitaria que puede causar un gran desgaste, sobre todo a quienes trabajan solos. La oportunidad de dialogar regularmente acerca de asuntos personales y estratégicos alienta, infunde un sentido de responsabilidad, y enriquece. Por lo tanto, esa importante relación protege la salud espiritual del fundador y de su iglesia. Los consejeros, los instructores, y los supervisores son recursos necesarios para la mayoría, si no para todos los fundadores de iglesias.
Los líderes de fundación de iglesias reconocen esa necesidad y muchos ahora solicitan consejeros para sus “fundadores”. El reto para estos líderes denominacionales es encontrar suficientes consejeros calificados para ayudar a todos los fundadores de iglesias que ya están activos. The International Church of the Foursquare [La Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular] hace poco descubrió que dos tercios de sus fundadores se valen de un instructor durante su experiencia de fundación de iglesia.15 Ellos explican: “Setenta y siete por ciento informó que el adiestramiento tenía ‘algún’ efecto o un efecto ‘muy significativo’ en su eficacia personal y su productividad, y cincuenta y cuatro por ciento informó que el adiestramiento tenía una influencia ‘significativa’ o ‘muy significativa’.”16
Descubrí resultados parecidos en un estudio de una denominación que mostró que sesenta por ciento de sus “fundadores” tuvieron una relación con un consejero durante su experiencia en el establecimiento de una iglesia.17 Además, es probable que las redes de fundación de iglesias y las iglesias misioneras muestren índices mucho más altos del uso de consejeros e instructores. Tales grupos tienden a ser más prácticos y a participar con los fundadores de su iglesia.
La consejería es una práctica en aumento entre los fundadores de iglesias y no muestra señales de disminución. La consejería también está dando poderosos resultados. En un estudio, los fundadores de iglesias que se reúnen con un consejero o un instructor establecen iglesias más grandes y más eficientes que quienes no lo hacen.18 Los fundadores de iglesias que tienen consejero dirigen iglesias doce por ciento más grandes durante el primer año, trece por ciento durante el segundo año, dieciséis por ciento el tercer año, y veinticinco por ciento en el cuarto año.19
Además, la frecuencia de las reuniones con el consejero o mentor también influyó en el éxito y tamaño del establecimiento de la iglesia. Los fundadores de iglesias que se reúnen cada semana con un consejero o mentor dirigen iglesias que son cincuenta por ciento más grandes que las de los fundadores que sólo se reúnen mensualmente o trimestralmente y son cien por ciento más grande que las de aquellos que nunca se reúnen con un consejero. 20 Las estadísticas para los supervisores son aún más pronunciadas indicando que los fundadores de iglesias que se reúnen cada semana con un supervisor dirigen iglesias que son dos veces más grandes que las de aquellos que se reúnen sólo una vez al mes.21 Sin más rodeos, los consejeros, instructores, y supervisores aumentan la eficacia de los fundadores de iglesias. Cuanto más propósito pueda tener un fundador de iglesias, tanto mejor.

Indicadores de salud de la nueva iglesia

El tamaño es un común indicador para evaluar la salud de una nueva iglesia. Aunque el tamaño no es una medida absoluta de la salud, alcanzar cierto volumen es esencial para la supervivencia. Un resultado sorprendente del estudio de la Junta de Misiones de Norteamérica muestra que las iglesias que se fundan hoy son realmente más pequeñas de lo que muchos imaginan. La típica iglesia que se funda después de cuatro años no supera las cien personas en asistencia.
Otro indicador de salud de las nuevas iglesias es la eficacia evangelística. La cantidad de bautismos o conversiones tiene una poderosa relación con la eficacia evangelística de las nuevas iglesias. El promedio de bautismos o conversiones es de diez personas el primer año, once el segundo año, trece el tercer año, y catorce el cuarto año.
Cuando ciertos factores están presentes, se ve un mayor número de bautismos. Se probaron más de cien factores y según las estadísticas los siguientes fueron más significativos:
·         desarrollar un evangelismo de ayuda (como: la distribución de alimento, refugios, rehabilitación de las drogas y el alcohol)
·         comenzar al menos una iglesia filial en los tres primeros años de la fundación de la iglesia
·         tener un plan de desarrollo de administración que permita a la iglesia manejar su propio sustento
·         dirigir un programa de niños durante la semana
·         dirigir una actividad especial de niños (como: festival de otoño, programa de Navidad)
·         enviar invitaciones a cultos y actividades de la iglesia
·         organizar una fiesta para una vecindad como una actividad de evangelismo
·         ofrecer una clase para los nuevos miembros de la iglesia
·         ofrecer un adiestramiento de líderes para los miembros de la iglesia
·         participar en el adiestramiento para fundadores de iglesias en un campamento de adiestramiento que imparta el líder de establecimiento de iglesias
·         trabajar a tiempo completo en el establecimiento de iglesias
·         ser evaluado como fundador de iglesias antes de iniciar el trabajo
·         delegar funciones de liderazgo a miembros de la iglesia1
ED STETZER, Alpharetta, Georgia, es misiólogo y director principal del Centro de Investigaciones Misioneras en la Junta de Misiones de Norteamérica, de la Convención Bautista del Sur. De “Improving the Health and Survivability of New Churches [Cómo mejorar la salud y la supervivencia de las nuevas iglesias]”, Leadership Network.Copiado con permiso.
Nota
1. Ed Stetzer y Phillip Connor, Church Planting Survivability and Health Study [Estudio de la supervivencia y la salud en la fundación de iglesias] (Nashville: Centro de Investigaciones Misioneras, Junta de Misiones de Norteamérica, 2007), 5.
Los últimos veinte años nos han enseñado que los fundadores de iglesias necesitan apoyo directo en su campo de acción. Los rigores del fundar iglesias están bien documentados. Los fundadores necesitan aliento, apoyo estratégico y emocional, tanto como supervisión. Los fundadores de iglesias que reciben consejería, adiestramiento, o supervisión ganan un asociado importante para su tarea. Ante los esfuerzos personales y la posible fatiga espiritual que pueden derivar de la fundación de iglesias, un consejero o mentor se convierte en un valioso agente de la responsabilidad recíproca, una “plomada” al definir la estrategia, y el alentador cuando la iglesia navega en aguas profundas. Los fundadores están mejor preparados para afrontar el medio turbulento y desafiante del establecimiento de iglesias cuando se sienten respaldados de quienes ya han vivido la experiencia. Ellos son fuente de comprensión, perspectiva, y perseverancia. Los organismos fundadores entienden esta verdad y se esfuerzan por proveer consejeros cualificados a cada fundador de iglesias. En realidad, sería una sabia medida que cada fundador de iglesias buscara un consejero, un instructor, o un supervisor, sea que su organismo fundador le provea uno o no.

GRUPOS DE APOYO A FUNDADORES DE IGLESIAS

Los grupos de apoyo a fundadores de iglesias son el aspecto menos utilizado y más subdesarrollado de los sistemas para fundar iglesias. Estos grupos de apoyo consisten en un cierto número de fundadores de iglesias que se reúnen junto con un facilitador adiestrado para analizar asuntos relativos a la fundación de iglesias y para recibir constante adiestramiento y educación en la fundación de iglesias. Esos grupos de apoyo proveen otro nivel de equipo para los fundadores de iglesias que se sienten aislados y solos en la fundación de su iglesia. Los fundadores de iglesias pueden aprender unos de otros cuando comparten sus experiencias colectivas. Los grupos de apoyo a los fundadores de iglesias tienden a reunirse mensualmente y la mayoría de los fundadores los encuentran útiles.
Los datos respecto a cómo se han extendido estos grupos de apoyo están un tanto incompletos. Muchas denominaciones y otros grupos fundadores usan grupos de apoyo a los fundadores de iglesias, pero no siempre mantienen un registro de participación. Por lo tanto, sabemos que muchos fundadores de iglesias participan en grupos de apoyo y compañerismo pero no sabemos la amplitud de esa participación.
Los grupos de apoyo a los fundadores de iglesias sí muestran que son un factor favorable en la fundación de iglesias más grandes y más prósperas. Un estudio denominacional muestra que los fundadores de iglesias que participan en grupos de apoyo dirigen congregaciones más grandes durante los primeros cuatro años de su nueva iglesia.22 El mayor margen se ve el primer año en que los fundadores de iglesias que participan en grupos de apoyo dirigen iglesias dos veces más grandes que las de aquellos que no participan en los grupos de apoyo y compañerismo. 23
Los grupos de apoyo a los fundadores de iglesias son el componente más nuevo de los sistemas de fundación de iglesias y con toda seguridad podemos aprender mucho más acerca de ellos. No obstante, las estadísticas muestran que son una eficaz ayuda para que el fundador de iglesias construya una base de apoyo. Muchos líderes de establecimiento de iglesias han comenzado a hacer un mayor esfuerzo para proveer este útil recurso. Se aconseja que siempre que sea posible, quien funde una iglesia busque un grupo de apoyo.

CONCLUSIÓN

Hace veinte años el lanzamiento en paracaídas era el método predominante de fundación de iglesias. Eso sucede cuando una denominación fundadora lanza en una comunidad a un solitario e inexperto fundador de iglesias y a su familia. Por la gracia de Dios, muchos de esos fundadores de iglesias tuvieron buen éxito en fundar congregaciones saludables, crecientes, y fructíferas. En realidad, la mayoría de las alarmantes estadísticas respecto a la supervivencia de las iglesias que se fundan simplemente no están al día.
Imagínese que le piden comenzar un negocio con sólo una ciudad que enfrentar y un sueño que realizar. Nadie le da recurso alguno ni lo prepara para realizar esa tarea. La persona que responde afirmativamente a tal petición sería un gran héroe o un necio.
Ahora bien, suponga que se le pide que comience una iglesia sin saber si usted tiene los dones y el llamamiento para hacerlo, sin ningún adiestramiento específico en la fundación de iglesias, y sin ayuda de un consejero, instructor, supervisor, o red de compañerismo. La tarea sería desalentadora. Muchos fundadores de iglesias experimentan ese escenario y muchos eventualmente fracasan. No permitamos que fracasen los fundadores de iglesias que Dios ha llamado. Para evitarlo necesitamos sistemas de ayuda que los incorpore a un movimiento cada vez más poderoso que penetre en las tinieblas y guíe a muchas personas al reino de Dios.
Hemos aprendido en los últimos veinte años que debemos apoyar a quienes entran al campo misionero. El apoyo debe venir de nosotros. Es difícil fundar una iglesia. No todo el mundo puede hacerlo. Un fundador de iglesias debe tener dones, llamamiento, estar adiestrado, y ser apoyado. Los sistemas para fundar iglesias fueron desarrollados por los mismos fundadores para afrontar esa gran necesidad. La evaluación, el adiestramiento, la consejería, y los grupos de apoyo han mostrado que son una valiosa ayuda que permite la fundación de un mayor número de iglesias más grandes, más saludables, y más prósperas. Hemos aprendido que los fundadores de iglesias trabajan mejor cuando están rodeados de un equipo que se ha comprometido con su éxito.
ED STETZER, Ph.D., president de LifeWay Research y misionólogo de LifeWay. Vive en Gallatin, Tennessee. Es autor de varios libros.

domingo, 5 de febrero de 2012

SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE... LA IGLESIA QUE NO SE REPRODUCE DESAPARECE..


. SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE:
¿Por qué es importante para su denominación la multiplicación de iglesias?
Por David T. Olson
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Nuestra amiga Rut tocó en nuestra puerta la primavera pasada y exclamó con emoción: “¿Ven ustedes lo que yo veo al otro lado de la calle?”
Mi esposa y yo salimos rápidamente afuera y oteamos los árboles en la reserva natural al otro lado de la calle. A no más de cien metros había un águila de cabeza blanca posada en la rama superior de un árbol. Hemos visto águilas en Alaska, Canadá, y en el norte de Minnesota, pero nunca en nuestro vecindario de Minneapolis. El águila era enorme, con amplios hombros y porte real. Nos miraba atentamente y parecía decir: “Soy el ave más espléndida de los Estados Unidos.”
Antes que llegaran los primeros colonizadores europeos las águilas de cabeza blanca y alas oscuras en los Estados Unidos pudieran haber llegado al medio millón. A medida que los colonizadores se extendieron hacia el oeste destruyeron el hábitat natural de las águilas, haciendo que disminuyera abruptamente la población de las águilas de cabeza blanca. En 1940, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Bald Eagle Act [Ley del águila de cabeza blanca] que redujo la cacería, y la población de águilas comenzó a recuperarse. Sin embargo, pocos años después, el DDT y otros pesticidas comenzaron a tener efecto en la cadena alimenticia, haciendo a las águilas poner huevos con la cáscara muy delgada. Esos huevos no incubaron y la cantidad de águilas ser redujo bruscamente.
Extinción. La palabra produce un sentimiento de profunda tristeza, de pérdida trágica. ¿Por qué ocurre la extinción? Casi siempre ocurre la extinción cuando una especie afronta una crisis o un cambio en su ambiente y no puede adaptarse. Cuando una especie comienza a ser amenazada, las tensiones provocan un bajo índice de reproducción. La supervivencia de las especies se reduce a simple matemática: la cantidad de nacimientos tiene que superar la cantidad de muertes, o la especie estará en peligro de extinción.
La iglesia norteamericana vive en un ecosistema y por derecho propio podemos llamarla una especie. Podemos evaluar la salud a largo plazo de cualquier denominación por dos sencillos criterios: la cantidad de nuevas iglesias que nacen cada año que sobreviven y prosperan; y el vigor y el índice de reproducción de sus iglesias establecidas o adultas.
En la iglesia de los Estados Unidos, algunas denominaciones prosperan, mientras que otras están en vías de extinción. Notamos las denominaciones en decadencia por similitudes que llaman la atención: sus miembros están envejeciendo, sus congregaciones están disminuyendo en número, y comienzan muy pocas nuevas iglesias. Por otra parte, las denominaciones que prosperan tienen un nivel demográfico mucho más joven. Sus iglesias están llenas de niños, adolescentes, y jóvenes adultos, tienen muchos nuevos conversos cada año. Además, las denominaciones crecientes comienzan cada año al menos tres nuevas iglesias por cada cien iglesias existentes. Para reemplazar de manera adecuada las iglesias que se cierran y no quedarnos atrás con respecto al crecimiento demográfico, tenemos que lograr tres normas: 1) estas nuevas iglesias necesitan comenzar con al menos setenta y cinco personas de asistencia; 2) deben continuar creciendo anualmente; 3) al menos el setenta y cinco por ciento debe sobrevivir. En resumen, las denominaciones que prosperan crean un sistema que da vida, mientras que las denominaciones en decadencia caen en el deterioro y la disminución. A menos que cambien radicalmente sus valores y comportamientos, con el tiempo estas denominaciones en decadencia se extinguirán.
Incluso las denominaciones crecientes numéricamente afrontan esos retos. Desde 2003 hasta 2007, las Asambleas de Dios comenzaron un promedio de 285 nuevas iglesias cada año (2,3 nuevas iglesias por cada cien iglesias, menos que la norma mencionada anteriormente) Durante el mismo período, cerraron 241 iglesias cada año, creando una ganancia anual de sólo 44 iglesias. Sin embargo, para que las Asambleas de Dios no se quede atrás con respecto al crecimiento demográfico, se necesitaba una ganancia neta de 124 iglesias cada año. Como resultado, la asistencia a la iglesia de las Asambleas de Dios no se mantuvo a la par del crecimiento demográfico durante ese período. Si no se fundan al menos 80 iglesias cada año, la asistencia continuará disminuyendo.
¿NECESITAMOS NUEVAS IGLESIAS?
En mis giras por todo el país, hallo que la mayoría de los cristianos no entienden por qué tenemos que fundar nuevas iglesias. Preguntan: ¿Por qué necesitamos nuevas iglesias? ¿No tenemos ya suficientes? ¿No sería mejor llenar las iglesias vacías que ya tenemos?
Hay una simple razón por la que necesitamos nuevas iglesias. Las iglesias establecidas (aquellas con más de veinte años) disminuyen el dos por ciento cada año.
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Cada año, las congregaciones evangélicas ya establecidas disminuyen en más de medio millón de asistencia, mientras que la población de los Estados Unidos crece en tres millones de personas cada año. Sin nuevas iglesias, el porcentaje de la población que asiste a la iglesia disminuirá en un treinta por ciento en los próximos diez años. Sin nuevas iglesias, las iglesias de Cristo están destinadas a extinguirse, mientras la población continúa en aumento.
Estando de vacaciones en Nueva Inglaterra el año pasado, una noche nuestra familia visitó un pueblo de los shaker en Canterbury, Nueva Hampshire. Ellos habían cerrado el pueblo por ese día, pero caminamos por sus terrenos y vimos algunos de los edificios que permanecían abiertos. Visitamos un taller de carpintería donde ellos exhibían sus muebles sencillos, nos asomamos a las ventanas de la escuela y de la heladería, y vimos los grandes y bien cuidados jardines de flores y hortalizas.
Los shakers eran un grupo religioso comunal y utópico conocido por sus creencias y prácticas de adoración extrañas y poco ortodoxas. Sin embargo, su cultura ha dejado atrás el legado duradero de una ética del trabajo fuerte, oficios simples sin horario, y bellos espirituales y baladas. En su tiempo, había más de seis mil shakersviviendo en diecinueve comunidades.
Es lamentable que el grupo adoptara dos estrategias que garantizaron finalmente su desaparición. La primera era su práctica del celibato. Adoptaron oficialmente su segunda estrategia letal en 1965, no permitiendo a nuevos miembros en su grupo. Como resultado, hoy hay sólo tresshakers en los Estados Unidos —dos hermanos y una hermana—, que viven sus años restantes en la Comunidad de Shakers del Sábado en Maine. Con su muerte, la denominación de más de doscientos años dejará de existir.
¿Pudiera sucederle esto a su iglesia? ¿Pudiera sucederle esto a su denominación? Creo que la mayoría de líderes cristianos no entienden lo importante que son las nuevas iglesias para la salud de la iglesia norteamericana.
Si bien la mayoría de las iglesias establecidas pueden recitar su orgullosa historia, pocos de sus miembros en el presente siquiera consideran el hecho de que su congregación fue una vez una nueva iglesia. La idea de fundar iglesias es por lo general ajena a ellos, aunque su propio lugar de adoración existe porque lo fundaron cristianos pioneros.
¿Cómo comenzó su iglesia? ¿Qué visión, pasión, y necesidad hizo que un pequeño grupo comenzara la aventura de fe que se convirtió en su iglesia? ¿Cuáles son las historias de los pioneros de su iglesia? ¿Por qué comenzaron su nueva iglesia? He preguntado esto a centenares de iglesias establecidas. Cada vez su respuesta revela una fascinante historia del amor por la obra de Dios que tuvieron los fundadores, preocupados por sus vecinos, y dispuestos a aventurarse fuera de su zona de seguridad. Por lo general eran personas comunes y corrientes, llenas de fe e inspiradas por una extraordinaria visión de servir a Dios.
Para ayudar a la congregación a que aprecie lo que Dios ha hecho en medio de ellos y a que comprendan la importante función de fundar iglesias, hago otra serie de preguntas:
  • ¿Cuántas personas se han convertido al evangelio desde el inicio de su iglesia?
  • ¿A cuántos niños y adolescentes ha ayudado su iglesia desde que comenzó?
  • ¿Cuántos bautismos, matrimonios, y funerales se han realizado?
  • ¿Cuántos corazones quebrantados, vidas destrozadas, y familias divididas han sido reparadas mediante los ministerios de su iglesia?
Las iglesias nunca han considerado el alcance de esas preguntas y están inseguras en cómo proceder. Le pido al grupo que adivine cuántas personas se convirtieron al evangelio cada año a lo largo de su historia. Después de oír varias sugerencias, establecemos un estimado anual. Entonces, en la pizarra, multiplicamos esa cantidad por la edad de la iglesia. Eso siempre resulta en un número muy grande. Multiplicamos los números acumulados de niños y adolescentes ayudados por la iglesia, y la cantidad de bautismos, matrimonios, y funerales por la edad de la iglesia. Los escribo en la pizarra. Entonces comienzan a emocionarse, y se dan cuanta de que su iglesia ha tenido una increíble influencia para Cristo a través de los años. Luego vuelvo a la primera pregunta: “¿Cómo comenzó su iglesia y por qué?” Entonces comienzan a hacer la conexión. Todos esos frutos del ministerio ocurrieron porque personas visionarias apretaron el paso en la fe y fundaron la iglesia. Sin la fundación de esa iglesia, la pérdida para el reino de Dios sería muy grande. Me queda una última pregunta: “¿Han considerado alguna vez que su iglesia pudiera repetir su propia increíble historia fundando una nueva iglesia?”
Las diez razones principales para fundar iglesias
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10. Las nuevas iglesias disminuyen el promedio en edad de los miembros de las iglesias norteamericanas, incrementan su multietnicidad, y ponen a toda la iglesia en una mejor posición para futuros cambios.
9. Las nuevas iglesias proveen beneficios sinérgicos a iglesias establecidas. La investigación muestra que las denominaciones que fundan muchas iglesias fuertes, contrario a las que fundan pocas, tienen iglesias establecidas más saludables y que progresan.
8. El crecimiento continuo de las nuevas iglesias se extenderá hasta los cuarenta años después de su inicio. El crecimiento que ocurre entre los diez y cuarenta años es muy importante para establecer una fuerte base de iglesias para el futuro. Las grandes denominaciones tradicionales han perdido la influencia de toda una generación de nuevas iglesias.
7. Las nuevas iglesias proveen un canal para expresar la energía y las ideas de pastores jóvenes apasionados e innovadores. La fundación de iglesias alienta el desarrollo de los dones de expansión del ministerio y el liderazgo. Las denominaciones que fundan pocas iglesias sin querer se concentran en preparar a pastores en dones de estabilidad. Para ser saludable y creciente una denominación necesita tanto dones de estabilidad como de expansión.
6. Las nuevas iglesias son las unidades de investigación y desarrollo del reino de Dios. Las nuevas iglesias establecen casi todos los modelos y la visión para iglesias saludables. Las buenas adaptaciones culturales y la vitalidad teológica ocurren muchas veces en una denominación que se destaca en la fundación de iglesias, porque allí se producen más nuevas ideas y soluciones para el ministerio.
5. Las nuevas iglesias son los laboratorios de prueba para el desarrollo de líderes laicos. Debido a que en una iglesia madre muchos puestos de liderazgo laico ya están ocupados, las nuevas iglesias proveen a los líderes laicos en surgimiento la oportunidad de crecer y desarrollar en el liderazgo. En las nuevas iglesias que funcionan bien, la mayoría de los líderes laicos dicen que la fundación de la nueva obra fue uno de los acontecimientos espirituales más importantes de su vida.
4. Desde la perspectiva histórica las nuevas iglesias son el mejor método para ganar a cada generación. Aunque muchas iglesias establecidas saben conectarse con la juventud, cada generación parece necesitar su propio estilo de iglesia, que difunda el evangelio con valores culturales y estilo de comunicación propios de esa generación.
3. Las nuevas iglesias son el único medio eficaz para ganar a la creciente población étnica que está viniendo a los Estados Unidos. Cada grupo étnico necesita oír el evangelio de una forma que tenga sentido para su cultura. Es difícil para las iglesias establecidas ser diversas. La fundación de iglesias puede crear de forma eficaz congregaciones de etnias específicas y también multiétnicas.
2. Las nuevas iglesias tienen más conversos que las establecidas. Los estudios muestran que estas iglesias tienen de tres a cuatro veces el índice de conversiones por asistente que el de las iglesias establecidas.
1. Debido a que la gran mayoría de los norteamericanos no asisten a la iglesia, necesitamos muchas más nuevas iglesias. En 2007, el diecisiete por ciento de los norteamericanos asistían a la iglesia los domingos. El setenta y siete por ciento no tiene contacto con una iglesia cristiana ortodoxa. La mejor y más eficaz manera para que la iglesia cristiana no se quede atrás en el crecimiento demográfico es la fundación de nuevas iglesias.
DAVID T. OLSON, Minneapolis, Minnesota
DATOS ACERCA DE NUEVAS IGLESIAS
Son imprescindibles nuevas iglesias para la salud y la vitalidad de la iglesia norteamericana en general y de su denominación en particular. Las denominaciones prósperas estimulan la viabilidad dando prioridad a la fundación de iglesias. De modo que, ¿cuáles son los hechos fundamentales que debemos considerar acerca del presente estado de la fundación de iglesias?
  1. Se fundan 4.000 nuevas iglesias cada año en los Estados Unidos. Lamentablemente, se cierran 3.700 iglesias cada año, produciendo una ganancia neta de sólo 300 iglesias al año. Para no quedarnos atrás con respecto al crecimiento demográfico, hay que comenzar 2.900 nuevas iglesias cada año.
  2. El setenta y cinco por ciento de las nuevas iglesias sobrevivirán los primeros diez años. Lamentablemente, la mayoría de ellas permanecerá pequeña y con una influencia limitada.2. El setenta y cinco por ciento de las nuevas iglesias sobrevivirán los primeros diez años. Lamentablemente, la mayoría de ellas permanecerá pequeña y con una influencia limitada.
  3. La nueva iglesia promedio tiene una asistencia de 55 personas después de un año, con una asistencia media de 36 personas.
  4. El índice de crecimiento anual de las nuevas iglesias entre su segundo y séptimo año es del siete por ciento cada año. Las nuevas iglesias ven fuerte crecimiento en su primera década, comparado con las iglesias establecidas, que disminuyen en un dos por ciento cada año.
Dos métodos de reproducción de iglesias dividen las denominaciones evangélicas en dos distintos campos. Al igual que en el mundo biológico, hay denominaciones de reptiles y denominaciones de mamíferos.
Algunas denominaciones comienzan nuevas iglesias de la misma manera que se reproducen los reptiles: ponen tantos “huevos” (iglesias) como sea posible, pero los dejan solos y les dicen: “Buena suerte y que Dios los bendiga. Esperamos que sobrevivan.” Así como la mayoría de los bebés reptiles mueren, la mayoría de estas nuevas iglesias no llegan a la adultez reproductiva. En la medida en que nuestra cultura se vuelva más desafiante para el ministerio cristiano, la fundación de iglesias reptiles será menos y menos fructífera.
Otras denominaciones imitan la reproducción de los mamíferos. Dan a luz menos crías, pero establecen procesos que ayudan a todas sus nuevas iglesias a sobrevivir y desarrollarse en iglesias saludables y reproductivas. Las denominaciones mamíferas invierten energías y recursos en el desarrollo del liderazgo, el adiestramiento, la dirección, y la seguridad de las iglesias madres. La meta ideal es comenzar tantas nuevas iglesias como sea posible, mientras se mantienen normas elevadas para cada proyecto de fundación de iglesias (este ideal se llama fundación de iglesias mamíferas dinámicas).
Esas nuevas iglesias unen los esfuerzos divinos y humanos para construir congregaciones fuertes. El Espíritu de Dios llama al fundador, confirma el llamado por medio de la iglesia más grande, inspira a la iglesia madre a fundar, provee la visión, y provee las personas necesarias. Los fundadores de iglesias y sus líderes laicos siguen la dirección del Espíritu Santo para hacer la obra del ministerio reuniendo a las personas y uniéndolas en una nueva iglesia.
Muchas iglesias y denominaciones han fundado nuevas iglesias en los últimos veinte años y han creado una base de investigación en la fundación de iglesias. ¿Cómo puede su denominación aprender de esa información para comenzar más iglesias y más fuertes? La investigación muestra que el fundador de iglesias es el componente más importante. Los datos demográficos, el dinero, las estrategias, y los edificios son secundarios. El fundador de iglesias tiene que ser un pastor dotado de talento y consagrado al Señor, que sepa reunir a las personas y dirigirlas. Esos fundadores tienen un llamado de Dios para comenzar una iglesia, pero un extenso procedimiento de investigación de antecedentes ayuda a la iglesia más grande a confirmar ese llamado.
Las denominaciones que tienen mejores resultados en abrir nuevas obras usan centros de evaluación para definir quiénes deben fundar una iglesia. Esas son actividades intensivas de varios días para candidatos a “fundadores” y sus cónyuges, donde pueden cerciorarse de su llamado mientras pastores preparados, hermanos experimentados en abrir nuevas obras, y líderes laicos evalúan sus fuerzas y áreas de crecimiento.
La investigación también indica que un segundo componente importante en un movimiento de nuevas iglesias son las iglesias madres. Eso significa que una iglesia establecida se responsabiliza en ayudar a abrir una nueva obra, conocida generalmente como anexo o filial. Proveen fondos y esperan que desde el principio los hermanos den su diezmo. Aunque el primer instinto de una iglesia es abrir una obra bien lejos de su ubicación, el apadrinamiento es más fructífero cuando la iglesia abre una nueva obra dentro de cinco a quince kilómetros de su propia instalación. El territorialismo, definido como el miedo a que otras iglesias estorben el “patrimonio geográfico”, es el principal inhibidor para que una iglesia se decida a apadrinar. Sin embargo, la investigación muestra que esto es un miedo infundado y no trae la bendición de Dios.
Los estudios muestran que cuando una iglesia abre un anexo o filial, se beneficia tanto la nueva iglesia como la iglesia madre. Como ejemplo de la horticultura, cuando crecen perennes, cuanto más usted las divide, tanto más rápido crecerán. Las congregaciones que apadrinan nuevas iglesias crecen más rápido que las que no lo hacen. Eso es porque las características que inspiran a una iglesia a fundar otra iglesia (tales como el deseo de evangelizar y ayudar a la comunidad) son las mismas que hacen crecer a la iglesia madre.
El tercer componente fundamental para una nueva iglesia es un proceso eficaz de lanzamiento y un programa de adiestramiento. El proceso más común usado en los últimos años para abrir nuevas obras es el Proceso de Fundación en Cuatro Etapas. Este proceso permite a las nuevas iglesias crecer y desarrollarse de forma secuencial, edificando gradualmente en un cimiento de fortaleza. Las cuatro etapas ayudan a la nueva iglesia a desarrollarse desde el nacimiento hasta tener considerable membresía, y cada etapa dura cuatro meses. Las cuatro etapas son: 1) reunir el equipo de fundación; 2) servicios previos mensuales para aumentar y fortalecer el equipo de fundación; 3) el comienzo de los cultos semanales, con énfasis en el desarrollo del ministerio; 4) la etapa de fundación, en que la nueva iglesia está lista para extender su ministerio en la comunidad. La meta es que, cuando la nueva iglesia termina la cuarta etapa, tendrá al menos de setenta y cinco a cien asistentes cada domingo y entonces seguirá edificando sobre esa sólida base. Miles de nuevas iglesias de distintas denominaciones han usado este proceso en los primeros doce a dieciséis meses para establecer una fuerte base y un ministerio lleno de vitalidad.
El último componente fundamental es el adiestramiento. Las nuevas iglesias funcionan mejor cuando un hermano preparado se reúne mensualmente con el fundador de la iglesia, conversan acerca de los retos, mantienen claro el enfoque, y buscan formas de producir un ministerio saludable y creciente. Mi investigación muestra que cuando un fundador de iglesias tiene la ayuda de un hermano preparado y talentoso, la nueva iglesia crece dos veces más rápido.
ETNICIDAD Y SINERGIA
La fundación de iglesias ha cambiado considerablemente desde los años noventa del siglo pasado. A medida que los más viejos de la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial se van acercando a la jubilación, las nuevas generaciones y la creciente población no anglosajona requieren nuevos y creativos modelos de fundación de iglesias.
Las multietnicidad es el gran reto en la fundación de iglesias. Por los últimos quince años, muchas denominaciones han estado participando activamente en abrir nuevas obras en una variedad de comunidades étnicas. Como el futuro traerá un aumento de la diversidad en los Estados Unidos, será importantísimo fundar más iglesias de primera generación (nuevos inmigrantes) y de segunda generación (los hijos de inmigrantes que hablan inglés). Muchas denominaciones están también comenzando a fundar congregaciones multiétnicas (compuestas por dos o más etnias). Eso transmite al mundo la imagen crucial de que el evangelio rompe las barreras de la raza, las clases sociales, y el género (Gálatas 3:28), asuntos que por razones teológicas y prácticas son importantes para cristianos jóvenes.
Las denominaciones que crecen también comprenden la sinergia creada entre las nuevas iglesias y las iglesias establecidas. Las investigaciones muestran que las denominaciones que fundan muchas iglesias fuertes tienen un mayor porcentaje de iglesias establecidas saludables y crecientes que aquellas que fundan pocas iglesias. Así como los niños crean vitalidad y energía con sus familiares y la sociedad, las nuevas iglesias crean vitalidad y energía para toda la iglesia.
Las nuevas obras fomentan algunas de las mejores ideas para el ministerio. Las nuevas iglesias son un gran ambiente de desarrollo para jóvenes pastores y líderes laicos subutilizados. Por lo general, las nuevas iglesias tienen de tres a cuatro veces más conversiones que las iglesias establecidas. Esas iglesias también permiten a la generación más joven que presente el evangelio con sus propios valores culturales y con su estilo de comunicación.
Las iglesias establecidas enriquecen a las nuevas iglesias al enseñarles la importancia de la historia, la tradición, y la estabilidad en una iglesia. Son por lo regular excelentes modelos para las nuevas iglesias del valor del ministerio multigeneracional, de la paciencia, del amor, y de una comunidad interconectada.
REFLEXIÓN
¿Qué sucedió con la trayectoria en picada del águila de cabeza blanca? El 4 de julio de 1976, el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de los Estados Unidos oficialmente mencionó a este águila como una especie nacional en peligro de extinción. Debido a la prohibición del DDT y a la restauración del hábitat, el índice de nacimientos se incrementó y la población de águilas comenzó a tener una recuperación destacada. El 28 de junio de 2007, por una Ley del Congreso, el Departamento del Interior y el Servicio de Pesca y Vida Salvaje oficialmente quitaron al águila de cabeza blanca de la lista de especies en peligro de extinción. Estas águilas están prosperando otra vez en América del Norte.
Dos factores determinarán el futuro de la especie de la iglesia norteamericana. El primero es la salud y el crecimiento de sus iglesias establecidas, ya sea que crezcan y se reproduzcan o disminuyan y mueran. El segundo es el índice de fertilidad de la iglesia, si alimentarán a las nuevas crías, si sobrevivirán y florecerán reemplazando las iglesias cerradas así como si proveerán nuevas iglesias para los nuevos norteamericanos.
¿Qué en cuanto a su iglesia o a su denominación? ¿Perecerá o florecerá? ¿Aprenderán las iglesias y denominaciones en decadencia los hábitos vigorizantes de salud y crecimiento? Estas son preguntas vitales para considerar.
Las iglesias y las denominaciones pueden tener recuperaciones espectaculares e inesperadas. ¿Será esa la historia de la iglesia norteamericana en la próxima década? ¿Habrá una recuperación? ¿Seguiremos el ejemplo de Josué, Débora, David, Esdras, y Pablo al guiar al pueblo de Dios a la restauración? ¿Permitiremos que el mensaje y la misión de Jesucristo devuelvan a la iglesia una renovada vitalidad? ¿Derramará Dios otra vez el Espíritu Santo sobre nuestra tierra, creando un movimiento de Dios en nuestro tiempo y en medio de nosotros?
Richard L. Dresselhaus
David T. Olson, Minneapolis, Minnesota, is director of the American Church Research Project and director of church planting for the Evangelical Covenant Church.